Hace meses leía un libro en el que se hablaba del antes y el después de la farándula politiquera, un ensayo sobre la decadencia de la clase política en América Latina. A menudo entendemos como farándula politiquera, al contenido de algunos programas de variedades que abordan a los políticos y políticas de nuestros países, para conocer sobre su vida en familia y sus hobbies o incluso para conocer el lado más humano de ellos detrás de los cargos que ostentan.
Sin embargo, las últimas investigaciones realizadas en el país, nos dan cuenta clara y dejan al descubierto el entramado entre la política, la justicia, la delincuencia organizada y los personajes de farándula en Ecuador. Durante el testimonio anticipado de varios implicados, se dejó entrever los nexos entre servidores del sistema judicial, líderes de bandas criminales y de personajes de la farándula ecuatoriana.
Poco a poco los políticos quienes estaban llamados a servir a sus mandantes y hasta los personajes de pantalla que están llamados a entretener y hasta cierto punto motivar e influir en sus seguidores, fueron mutando hacia la maldad, en términos de la serie de ficción Star Wars, su progresión desde la bondad de Anakin Skywalker, terminaron siendo como Darth Vader, ahora son parte del lado oscuro de la fuerza y aún más de lo más detestable de la politiquería ecuatoriana. (O)
