El “boom” de los emprendimientos

Testimonios de quienes vieron en la crisis una oportunidad para emprender exitosamente su negocio propio.

“Yankees Detalles” ofrece arreglos florales, globos personalizados, canastas de frutas, canastas navideñas, tortas, comida típica y otros elementos para entregar en fechas especiales. XCA

Resiliencia. Esa fue la palabra que como bandera usaron quienes creativamente encontraron novedosas formas para sustentar sus economías adaptándose positivamente a situaciones adversas.
Fue entre abril y mayo de 2020 cuando se dio el “boom” de los emprendimientos, en su mayoría relacionados con la alimentación y la venta de otros productos. También hubo quienes pensaron en la salud mental y emocional y se dedicaron a elaborar juegos de mesa, juguetes de madera, adornos y objetos personalizados.

Asimismo, otros se encargaron de llevar sonrisas a los hogares, a través de la entrega de detalles en fechas especiales como cumpleaños o aniversarios, dado que por el confinamiento no todos tenían la posibilidad de movilizarse.
“Yankees Detalles” es una de las empresas que nació con la pandemia y que durante estos meses ha generado empleos de manera directa e indirecta. Liliana Yanqui junto con su esposo, Abraham, administran un hotel que cerró temporalmente por la falta de huéspedes. Ante esta situación se dedicaron a llevar obsequios o detalles a donde les pidieran sus clientes.

Habían cuentas por pagar y el hotel estaba cerrado. Iniciaron en mayo, poco antes del día de las madres porque, según dice Liliana, “era penoso que las mamitas se queden sin un regalo, sin un festejo pequeño en esa fecha memorable”. Comenzaron promocionando los servicios en su cuenta personal de Facebook y tuvieron bastante acogida. En la primera venta alcanzaron un pedido de más de 1.500 dólares. Además, se aliaron con una panadería y otros pequeños negocios, y para finales de mayo ya crearon una página en Facebook, donde promocionaban los servicios. Poco después agregaron otros como un grupo de mariachis, fotografía, servicios de catering y organización de eventos, para ofrecer algo más completo, cuenta Yanqui.

Según indica, para junio las ventas ya superaban los 2.500 dólares y el número de seguidores en Facebook aumentó significativamente.

El 90 % de los clientes de “Yankees Detalles” está en el exterior, es decir, las entregas son destinadas, en su mayoría, para familiares de migrantes, por lo que este servicio llega especialmente a las zonas rurales, en toda la provincia. Las facilidades de pago a través de PayPal, Zelle, QuickPay, transferencias bancarias y tarjetas de crédito, son quizá una de sus fortalezas, debido a que los clientes pueden hacer sus órdenes desde la comodidad de sus hogares.

Los detalles son personalizados, dice Yanqui, y los precios se ajustan a las necesidades y gustos de los clientes. Además, la oferta incluye pollos y cuyes asados, hornado y otras comidas de temporada, que pueden ser enviadas también como presentes.

“Yankees Detalles” ofrece arreglos florales, globos personalizados, canastas de frutas, canastas navideñas, tortas, comida típica y otros elementos para entregar en fechas especiales.

Otra empresa que surgió en los primeros meses de pandemia es “Irum”, cuya fundadora es Andrea Murillo. Ella relata que la idea nació tras ser despedida de su trabajo. Recuerda que en la primera semana de haberse quedado desempleada ella y su familia elaboraron un juego de parchís para entretenerse. Más adelante, empezaron a comercializar este y otros productos.

«La gente iba preguntando si podíamos hacer otras cosas y empezamos a hacer objetos de decoración, otros juegos de mesa y material didáctico. También nos dedicamos a hacer cosas con material textil y nos dimos cuenta que gustaba mucho la personalización de los objetos», manifiesta Murillo.

Irum” recepta, por ejemplo, fotos de los clientes y los transforma en muñecos, con características semejantes a la fotografía. Actualmente trabajan con la tienda online, pero también cuentan con una tienda-taller en la calle Presidente Córdova, donde antes funcionaba República Sur.

«Funcionamos en la noche, de 18:00 a 22:00. Estamos desde los martes hasta los sábados. Actualmente trabajamos dos personas ahí», dice Murillo.

Los precios de los objetos varían entre los cinco hasta los 130 dólares, todo depende de las características y los materiales que se utilicen. En el caso de las muñecas, los precios van desde los 35 dólares.

«En momentos de crisis es cuando la creatividad surge. Es mejor utilizar las fuerzas y la voluntad para emprender y producir, no para echarse a llorar», sostiene Murillo.

“Irum” elabora juegos de mesa, juegos didácticos, accesorios y detalles personalizados en madera y material textil. Los precios varían de acuerdo a las características de cada producto. XCA

Por otro lado, también ha resaltado la moda en las mascarillas. Un ejemplo es el emprendimiento de Ana Ramón, Ana Villa y Blanca Ullaguari, quienes se dedicaron a la confección de mascarillas hechas en paja toquilla. Antes de la pandemia, las mujeres se dedicaban al tejido del sombrero, bisutería y otros adornos en paja toquilla y laboraban en el Economuseo Municipal “Casa del Sombrero”, pero, tras suspenderse estas actividades y en vista de la escasez de mascarillas durante los primeros meses de pandemia, vieron necesario reinventarse y hacer estos productos.

Las mascarillas tienen tres capas: la primera, que ve el público, es hecha con paja toquilla, en varios colores y modelos; una segunda capa sirve de filtro, y la capa que está en contacto con el rostro, es una tela suave.

«Hemos tratado de darle una identidad a las mascarillas pintando la catedral, las Iglesias, el colibrí que no puede faltar. Hemos tenido muy buena acogida a nivel local y también a nivel nacional e internacional», indica Ramón.

Los precios varían entre cuatro y ocho dólares. Ramón acota que están atendiendo nuevamente en el Economuseo “Casa del Sombrero”.

Mascarillas de paja toquilla son elaboradas por hábiles artesanas del Economuseo Casa del Sombrero. XCA


Oficios

En este contexto, también algunos oficios se vieron afectados por la falta de eventos, como es el caso del grupo musical Morbid Zim. Al no tener contratos para presentaciones surgió la idea de elaborar pizzas, según comenta Gabriel Cuesta, propietario de “Miau Pizza”.

Comenta que el negocio inició en abril y en estos meses ha evolucionado de manera rápida. Sus amigos cercanos y conocidos fueron sus primeros clientes y son ellos quienes han contribuido para promocionar la marca.

«Tenemos bastantes amigos y conocidos. Paramos la música, aunque recién lo estamos retomando. Como empresa nos ha ido bien, solo nos hace falta un local, y ese sería el siguiente paso. La base de nuestro negocio es entregar productos de muy buena calidad a precios accesibles», menciona.

Así también, Cuesta añade que la atención es personalizada, debido a que conoce a la mayoría de sus clientes. En este caso, se incluye el servicio de entrega a domicilio.

“Miau Pizza” es la iniciativa de jóvenes que antes de la pandemia se dedicaban a la música. Ante la falta de eventos y por la necesidad de generar ingresos, surgió este emprendimiento. XCA

Una historia similar es la de Juan Francisco Carreño, conocido como «Payaso Papi Juancho». A inicios de la pandemia compraba alcohol en grandes cantidades para venderlas al por menor, empero, tuvo que cambiar este negocio, por no contar con una aprobación sanitaria. Luego, según explica, adquirió un equipo de fumigación, lo que le resultaba un tanto rentable, por un tiempo.

«Salía trabajito de fumigación, pero ya luego la competencia cobraba más barato y me dañaron el negocio. Luego me puse a vender bombas para fumigar y publicitaba a través de redes sociales», recuerda Carreño.

Más adelante, «Juancho» empezó un curso de emprendimiento donde aprendió algunas estrategias para promocionar mejor sus productos y servicios, y ahora se está reactivando nuevamente en su oficio como payaso. 

Juan Carreño, conocido artísticamente como “Payaso Papi Juancho”, ha buscado muchas formas de sustentarse durante estos meses, aunque de a poco se reactiva también en su oficio. XCA

Prendas ecoamigables

La confección de prendas ecoamigables es otro de los emprendimientos que ha surgido en el marco de la pandemia, de la mano de la diseñadora cuencana Gabriela Andrade.

Anteriormente, ella propuso la iniciativa de elaborar mascarillas ecoamigables, que son confeccionadas con pedazos de tela que sobraban de la elaboración de otras prendas, negocio que ha tenido muy buena aceptación.

«Kimu” ha aprovechado la pandemia para sacar nuevos productos que tienen un manejo ecológico. Tenemos ropa hecha con algodón orgánico que al momento de ser desechada se desintegra. También sacamos pañuelos, guantes y otros accesorios textiles», anota Andrade.

Además, la diseñadora ha implementado su propio taller textil, donde elaboran uniformes y mascarillas corporativas con diseños sublimados.

«La pandemia ha sido la oportunidad para poder mostrar mi talento y mis productos, y hacer que la marca se acople al mercado. La moda del futuro no es lo que imaginábamos; la pandemia nos ha enseñado que debemos tener más respeto por la naturaleza», agrega.

En el proyecto colabora también su hermana Monserrat, quien se encarga del diseño gráfico, inspirado en elementos de la naturaleza.

«El mensaje de Kimu es respetar a la naturaleza y eso es lo que queremos transmitir. Ahora estamos trabajando en una nueva colección, experimentando entre lo simétrico y orgánico», dice. (I)