Isabel dos Santos, acusada de mala gestión y malversación en Angola

Isabel dos Santos, hija del expresidente de Angola José Eduardo dos Santos, ha sido formalmente acusada de mala gestión y malversación de fondos durante los 18 meses que presidió la petrolera estatal Sonangol, anunció la Fiscalía General del Estado del país africano.

«Isabel dos Santos está acusada de administración fraudulenta y malversación de fondos durante su mandato en Sonangol», informó el fiscal general, Helder Pitta Gros, en una rueda de prensa celebrada a última hora de ayer en Luanda.

«Y, por lo tanto, se le acusa en primera instancia de los delitos de lavado de dinero, tráfico de influencias, gestión perjudicial (y) falsificación de documentos, entre otros delitos económicos», continuó Gros, según detallan este jueves los medios locales.

El pasado 19 de enero, el Consorcio Internacional de Periodismo de Investigación (ICIJ), que integra varios medios, reveló -tras investigar más de 700.000 documentos del dosier llamado «Luanda Leaks»- el entramado de sociedades pantalla, empresas en paraísos fiscales y favores políticos que hicieron de Dos Santos «la mujer más rica de África».

Desde que fuera, por decreto presidencial de su padre, la persona encargada de dirigir Senangol en junio de 2016, hasta su despido a finales de 2017 con el nuevo Gobierno del presidente João Lourenço, Dos Santos transfirió al extranjero decenas de millones de dólares de fondos públicos con la ayuda de empresas occidentales.

«Si hay evidencia de que las inversiones (de Isabel dos Santos) se hicieron con dinero que salió del país ilegalmente, pediremos el bloqueo de sus cuentas repartidas por todo el mundo», añadió Gros, que para este caso penal solicitará el apoyo de países como España, Reino Unido y Portugal.

Isabel dos Santos fue acusada junto a otras cuatro personas, entre ellas el presidente del Banco de Fomento Angola (BFA), el portugués Mário Filipe Leite da Silva, quien ya ha renunciado a su cargo, según informó este jueves en su web la propia institución bancaria.

El fiscal les acusa de dirigir desde el extranjero -donde residen los cuatro sospechosos- sociedades pantalla «cuya última beneficiaria era la propia Isabel dos Santos», si bien no dio detalles de los cargos.

Por su parte, Dos Santos, que no ha vuelto a pisar Angola desde que en marzo de 2018 la Fiscalía General del Estado la urgiera a personarse por supuestas irregularidades millonarias, niega todas las acusaciones y dice ser víctima de una «persecución política».

La lucha contra la corrupción es una de las prioridades de la presidencia de João Lourenço, quien reemplazó en septiembre de 2017 a José Eduardo dos Santos, jefe de Estado que dirigió el país con mano de hierro desde 1979 y durante casi 40 años.

Desde entonces, el Gobierno angoleño ha cancelado contratos de Isabel dos Santos realizados de manera irregular con el Estado angoleño y valorados en más de 20.000 millones de dólares. EFE