Privado

Catalina Sojos

Estamos convencidos de que, únicamente, la iniciativa privada salvará la cultura de las dentelladas de la politiquería puesto que las entidades públicas provocan una sonrisa y una lágrima con el secuestro de la cultura a favor de los intereses políticos de sus huéspedes de turno. Así miramos surgir espacios únicos en los que el arte, el buen gusto, la cultura bien entendida es producto de un esfuerzo particular por ofrecer, en el espacio privado, lo que debería ser un bien público y un accionar gubernamental continuo a través de la educación y los proyectos culturales. La crisis de la mediocridad estatal, su desprestigio, sumados a la corrupción e inoperancia, obligan los intelectuales y artistas a buscar lugares y espacios donde manifestar sus expresiones. Entonces nos encontramos con verdaderos centros que se han constituido en paradigmas de las ciudades en las que han nacido. Nos referimos al Patio de Comedias de Quito, que es un referente a nivel nacional y se encuentra celebrando sus cuarenta años de existencia. Gracias a la iniciativa de la familia Guarderas el teatro, la poesía, la plástica, la literatura han logrado sus mejores manifestaciones y han sobrevivido al marasmo del populismo. Felicitaciones a Juana Guarderas y María del Carmen Albuja, verdaderas inspiradoras y compañeras de camino. Concluimos con el aserto de que la escisión entre lo público y lo privado seguirá aumentando, en tanto se tome a la cultura como negocio de masas. (O)