Juan Carlos Milibak: un gerente que lucha con el COVID 19 desde el hospital del IESS

 Al frente del hospital José Carrasco Arteaga está Juan Carlos Milibak, para él el éxito está en el compromiso del personal.(XCA)

Juan Milibak, gerente hospital del IEES

Por Aída Zhingre

La noticia del alta de quien sería el primer paciente Covid-19 en Cuenca generó esperanza y reconocimiento al trabajo del equipo del hospital José Carrasco Arteaga, del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), de Cuenca, en esta dura emergencia sanitaria.

Juan Carlos Milibak, economista de profesión es quien gerencia la casa hospitalaria. Para él haciendo un análisis macro, esta pandemia tiene parte del accionar de la humanidad, pero también del plan de Dios; en esta medida considera que la crisis también responde a la necesidad del planeta de depurarse, y de  mejorar la conciencia colectiva.

Tiene menos de un mes en el cargo, a su llegada le tocó asumir el reto, al día siguiente tuvieron un simulacro en función a la decisiones inminentes a tomarse a la semana siguiente, en medio de una crisis  para la cual no se estaba preparado en ningún país del mundo.

Para lograr los propósitos ha sido de gran importancia la decisión y del personal de la entidad, quedándose incluso fuera de sus horarios  con el fin de cumplir metas a beneficio de los usuarios.

Hubo jornadas arduas de capacitación tanto en el manejo de pacientes como para el ingreso de personas a cada área del hospital, inclusive charlas de salud mental. Con la aparición del coronavirus, hizo falta más cambios, el personal de adquisiciones tenía que doblar turnos, en fin se pudo hacer los ajustes necesario.

Se integró un equipo multidisciplinario de 35 personas para atender esta emergencia, mientras el equipo COVID 19 lo integraban 10 médicos, estructura que ha ido incorporando a más; además está el equipo COE.

Milibak considera que el tema del acoso a través de las redes sociales e incluso de algunos medios de comunicación masivos, es preocupante porque por un lado se genera una especie de rechazo al paciente y por otro se preocupan de situaciones triviales cuando esta guerra es contra un mal que hay que combatirlo uniendo esfuerzos y voluntades para actuar por ejemplo haciendo pruebas rápidas, identificando focos de mayor contagio y protegiendo a los ciudadanos.

En equipamiento es clave, se contaba con monitores, respiradores pero hacía falta más, ha existido el apoyo solidarios de instituciones y ciudadanos cuencanos, y desde la nacional, se han simplificado procesos para adquisiciones que urgen. “Es la hora de hermanarnos para salir de esta emergencia”, expresó el gerente.

Se cuenta con 20 camas con capacidad de ampliar a 90 según sea la demanda; la idea es no sumar más camas sino evitar al máximo llegar a un estado en el que el paciente requiera hospitalización.