Con sabor a moraleja

Bridget Gibbs Andrade

Lockdown

Como otras ciudades del mundo, Londres está en confinamiento absoluto. Las calles lucen desiertas, los almacenes cerrados y los parques abandonados. El Támesis duerme tranquilo y el Big Ben permanece erguido y silencioso hasta el 2021. Y aunque esta descripción parezca en extremo surrealista, no lo es. Precisamente es el trasfondo de la novela “Lockdown” (Confinamiento), escrita por Peter May, que fue rechazada por las editoriales hace 15 años por tener un argumento exageradamente distópico. Este autor escocés es reconocido internacionalmente por sus “best sellers” policíacos, pero en 2015, se había dado por vencido de que alguna vez se fuera a publicar esta novela, hasta que alguien le sugirió que escribiera una obra de suspenso narrando los hechos, vivencias y consecuencias que implica vivir en época de pandemia. En ese momento recordó que ya había escrito algo así. Desenterró su manuscrito, lo leyó una última vez y lo envió a su editor quien recomendó la publicación inmediatamente. La respuesta entre los lectores ha sido abrumadora. Lo que más sorprende es que el entorno de la novela refleja con exactitud lo que está sucediendo en todo el mundo. Las fuentes que utilizó cuando estaba investigando el tema fueron tres manuscritos: dos británicos y un estadounidense, sobre cómo lidiar con una pandemia. Tomó las proyecciones y predicciones de los científicos, sobre cómo se prepararían para una posible pandemia y las consecuencias que traerían.

Relata cómo los servicios de salud estaban completamente atestados por la cantidad de enfermos, los crematorios que no daban abasto con los muertos, la construcción urgente de hospitales de emergencia para lidiar con el alto número de pacientes. De hecho, la novela empieza curiosamente con la muerte del primer ministro británico contagiado con el virus. Los ciudadanos británicos han sido uno de los más lentos en entender las estrictas precauciones que deben tomar para evitar ser contagiados, y muchos, después de haber leído la novela, han empezado a ser cautos y a protegerse. En medio de todo, la lectura de este libro ha servido no solo para concientizar a la gente, sino para ayudarla. El autor donó todas las ganancias a organizaciones caritativas y a los trabajadores de la salud que son los que están al frente en la línea de batalla. (O)