Los clubes empiezan a quedarse sin liquidez; plantel del Cuenca se solidariza con personal

No todos, pero la mayoría de clubes ecuatorianos se están quedando sin liquidez. En esa lucha por sobrevivir están apelando a la empatía y sensatez de sus trabajadores. Directivos del Macará empezaron desde ayer a dialogar con el cuerpo técnico y jugadores del primer plantel para encontrar un oxígeno económico.

“Este año no nos interesa clasificar a un torneo internacional, en este momento lo más importante es la economía del club y no quebrarlo… Hemos cumplido hasta el 15 de marzo el pago a nuestros jugadores”, dijo a La Red, el presidente Miller Salazar.

Para cumplir con algunas obligaciones esperan el porcentaje de abril por los derechos de televisión que les representa el 25 % del rol. “Nuestra nómina más o menos es de 100 personas con colaboradores administrativos. Todo está paralizado”.

En Orense SC, la presidenta Martha Romero busca acuerdos para una reducción salarial del 50 % desde abril y hasta que dure la emergencia sanitaria. En Mushuc Runa, los jugadores sólo tendrán una rebaja del 10 %.

Esto se debe, según Luis Chango, presidente vitalicio, a que la crisis sanitaria ha golpeado el presupuesto del club sólo en un 20 %. Habla de un desfase de 600.000 dólares que está seguro de poder controlar debido a que no hay compromisos pendientes con acreedores.

Considera que los clubes tienen mayor riesgo de quebrar cuando arrastran deudas de años anteriores y no tienen un patrimonio sólido. Es la radiografía del Deportivo Cuenca.

En diciembre del 2019, en plena conformación del equipo, el presidente de la Comisión de Fútbol, Juan Serrano, proyectaba cerrar el 2020 con un déficit de 2’000.000 de dólares. Con la crisis actual, a Primicias.ec confirma que ya van por los 2’300.000 y que podrían terminar el año superando los 3’000.000.

En 2013, Macará estuvo al borde del colapso con un déficit de 3’500.000. Tuvo que descender a la Serie B para reestructurar las finanzas con respaldo de su complejo La Providencia. El Cuenca se deshizo de su único patrimonio en 2014. El Complejo de Patamarca fue vendido por 3’185.000 dólares, pero las deudas nunca desaparecieron.

Compromisos

En la tienda colorada aún no hay consensos sobre la reducción salarial. Pero, a través de un comunicado, jugadores y cuerpo técnico señalaron ayer que tomaron “la decisión de ceder parte de su sueldo para que se pague el salario del personal que labora en el club, tomando en cuenta que los meses de marzo y abril no han sido cancelados hasta la fecha”. Además, indican que están abiertos al diálogo para establecer esfuerzos económicos necesarios y justos para el bien común de las partes, conscientes del momento económico por el que atraviesa el club.

Personal de las divisiones formativas cobraron hasta la primera quincena de febrero y están sin trabajo. Por correo les llegó la notificación de la terminación laboral en sus contratos.

El cuerpo técnico del equipo femenino tiene fe en el compromiso adquirido por los directivos para cancelarles el mes y medio de quincenas atrasadas. “Nos dijeron que esta semana iban a cubrir una quincena y la siguiente semana o más tardar en dos semanas más, otra quincena”, señala el profesor Leonardo Vanegas, asistente técnico.

Ellos mantienen contrato con el club tras un acuerdo previo entre las partes. “Somos conscientes de la situación no solo del club, del país y sabemos que se hace complejo cubrir algunos rubros. Por eso les pedimos que nos cumplan el pago total hasta el 15 de marzo que se trabajó de manera presencial”. Los profesionales siguen trabajando vía online con la seguridad que, cuando se reinicien las actividades y empiece a tener algún ingreso, el club les reconocerá esas horas laborables previo acuerdo del porcentaje que aún no se define. (BST)-(D)