Una “Casa Club” que forma jugadores y personas de bien

En medio de la pandemia del Covid-19, 20 futbolistas conviven y comparten responsabilidades en la “Casa Club” del equipo cuencano Club Deportivo Gloria, campeón provincial de Segunda Categoría. Los jugadores, entre 16 y 27 años, no descuidan los entrenamientos durante este confinamiento, ni tampoco sus estudios. Cinco jóvenes, incluso, se encuentran próximos a graduarse del colegio en la Unidad Educativa Promoción Social (UEPS). Uno de los huéspedes de la Casa Club, es el argentino Gonzalo Turri, quien se ha adaptado favorablemente a las costumbres de sus compañeros.

Los jugadores Ariel García (I), Johan Mideros y Miguel Sevillano, preparan sus trabajos para presentar en el colegio. Fotos Cortesía

20 jugadores del Club Deportivo Gloria, equipo cuencano de fútbol de Segunda Categoría, se encuentran confinados 45 días, tras la declaratoria de emergencia del Covid-19.

Sin embargo, la convivencia no es nueva para este grupo heterogéneo de futbolistas, oriundos de diferentes partes del país, ya que reside hace más de un año en la Casa Club de dicho conjunto cuencano, ubicada actualmente en el sector Las Pencas.

Los esposos Hugo Angulo y Lupe Guamán están encargados de supervisar a los adolescentes y jóvenes, quienes comparten responsabilidades como barrer, lavar platos, servir los alimentos, para vivir en armonía día a día.

Los futbolistas comparten varias responsabilidades en la Casa Club, entre otras actividades, ayudan a servir los alimentos, siempre guiados por la pareja de esposos Hugo Angulo y Lupe Guamán.

A más de cocinar, la pareja aconseja a los “chicos” como si se tratara de sus propios hijos, destaca Jorge Reyes, presidente de CD Gloria. “En estos momentos de cuarentena son los colaboradores más importantes del Club porque la convivencia cada día se complica con el paso del tiempo…”, añade el titular.

Reyes destaca que fieles a la filosofía del Club realizan un gran esfuerzo para que nada les falte a sus jugadores, quienes tienen a su disposición alimentación, hospedaje, servicio de Internet, etc. “No se trata solamente de salir campeones y ascender a primera división, eso es parte del proyecto, pero nuestro objetivo principal es formar buenas personas”.

En este sentido, detalló que los futbolistas entrenan y paralelamente estudian a distancia en la Unidad Educativa Promoción Social (UEPS). “La carrera de futbolista se puede terminar con una lesión, por lo que nuestros jugadores también se preparan académicamente”, destacó.

Miguel Sevillano (I), Ariel García y Johan Mideros no descuidan sus estudios. Están cerca de terminar el colegio a distancia.

Es así que, durante estos días de cuarentena, los futbolistas se ejercitan en la Casa Club y continúan sus estudios de secundaria “On line”. Aprovechan al máximo su tiempo “para ser alguien en la vida”.

Cinco jóvenes, incluso, están próximos a graduarse del colegio, pasando a la historia del Club como los primeros bachilleres de dicho proyecto, recalca Reyes, quien los visita y motiva permanentemente en la Casa Club. “Siempre estoy pendiente de ellos…Estos días he tenido que llevarles las guías impresas para que puedan realizar sus trabajos, los cuales entrego posteriormente en el colegio para que no pierdan notas”, indica.

Juegan «Play», tenis de mesa y dominó

 

En los tiempos libres, los futbolistas se dedican a varias actividades como jugar Play Station, tenis de mesa o dominó.

Johan Mideros vive en la Casa Club. El esmeraldeño, de 22 años, cuenta que durante el aislamiento por el Covid-19 realizan varias actividades para no aburrirse. “Jugamos PlayStation, tenis de mesa, dominó. También entrenamos en el patio que tenemos para mantenernos en forma, ya que no sabemos cuándo iniciará el Torneo de Segunda Categoría, y siempre debemos estar preparados”.

Por los momentos que atraviesa el Mundo con la pandemia del Covid-19, confiesa que se encuentra preocupado por su familia que reside en Esmeraldas. “Siempre les tengo presente en mis oraciones, espero llegue el día para poder abrazarnos nuevamente”.

Mideros, quien tiene una foto de su padre y tres hermanos en su perfil de WhatsApp, recuerda que viene una familia humilde, por tal motivo decidió “migrar” hace más de dos años a Cuenca en busca de mejores días.

“En Esmeraldas tenía muchas desilusiones, mi hermana falleció…fueron varias situaciones extra futbolísticas que no me dejaban cumplir mis metas hasta que conocí al profesor Juan Carlos Elías, quien me trajo al equipo…”, manifiesta Johan, sobrino de Eladio Mideros, ex jugador de Barcelona SC.

Sin duda, el futbolista es un ejemplo de superación, pues está a punto de graduarse del colegio. “Es complicado estudiar y entrenar al mismo tiempo, pero nada es imposible”, sostiene el guerrero.

Otro sueño que tiene en mente es llegar a jugar en Europa, y crear una fundación para los niños pobres. “Vengo de una familia pobre y humilde, y sé cómo se sufre para llegar lejos”, agrega el extremo por izquierda o derecha que admira a Ronaldinho.

El jugador Ariel García también está cerca de convertirse en bachiller de la República del Ecuador. Mientras, trata de mantenerse en forma para afrontar el torneo de Segunda Categoría participa en clases virtuales.

“En estos días nos ejercitamos bajo el asesoramiento de nuestro profesor (preparador físico) quien nos envía las planificaciones por WhatsApp. Luego de entrenar nos reunimos a estudiar en grupo, gracias a la oportunidad que nos brinda el Club”, destaca.

“A más de cumplir con nuestras tareas también cumplimos con nuestras obligaciones. Cada uno limpia la casa el día que toca hacerlo”, acota.

García comparte que estudia varias materias en el colegio. Sus preferidas son: matemáticas, física, química… “Aprendemos muchas cosas, nos enseñan a expresarnos y comportarnos…Quiero prepararme bien porque mi mayor anhelo es jugar en las grandes ligas como Inglaterra”, expresa el central esmeraldeño de 20 años que arribó a Cuenca cuando tenía 17 y tiene como referente al seleccionado nacional Robert Arboleda. (JMB) (D)

Un argentino en cuarentena

Dentro de Casa Club se encuentra el jugador argentino Gonzalo Turri, quien comparte el confinamiento con futbolistas ecuatorianos.

El equipo cuenta con una buena alimentación que les ayuda a los jugadores en su rendimiento. El argentino Gonzalo Turri (I) se ha adaptado a la gastronomía ecuatoriana.

El extranjero resalta que la cuarentena se hace más llevadera junto a sus compañeros de equipo. “Hablas con uno, después hablas con otro y así se comparte muchas experiencias. Yo -que soy de otro país- aprendo mucho de los muchachos”, menciona.

No obstante, reconoce que se adapta a muchas costumbres. “Todo lo que estoy viviendo es una experiencia de vida…Cuando apenas llegué a la Casa Club enseguida sentí el calor de los chicos que nunca me miraron raro”.

Turri asegura que incluso disfruta mucho de la comida típica ecuatoriana como el maduro y encebollado. “Ecuador goza de una gastronomía exquisita, me gusta comer de todo, aunque acá comen mucho arroz, y lo más común para los argentinos es comer pasta”.

El “albiceleste” se sumó al equipo en febrero de 2019. “Salí de Argentina con la idea de jugar fútbol porque a mi edad (26 años) es difícil debutar en primera división por la cantidad de jugadores que hay. Al inicio trabajaba en la pizzería de un amigo en Montañita hasta que me vinculé a Gloria”.

Gonzalo comparte que diariamente se comunica con sus familiares en Argentina, quienes se encuentran preocupados por la pandemia del Covid-19. “Mis familiares me pidieron que vuelva porque vieron imágenes impresionantes en televisión de Guayaquil, pero les expliqué que la realidad es otra en Cuenca, y que estamos bien cuidados en la Casa Club”, concluyó el jugador oriundo de la ciudad argentina Tandil. (JMB) (D)