Morejón adquirió en Cuenca otra metodología de trabajo

La marchista imbabureña se mantiene entre las mejores del mundo pese a no competir desde hace casi un año

Pese a no competir desde julio de 2019, la imbabureña Glenda Morejón se encuentra entre las 22 mejores marchistas del mundo en 20 kilómetros. Es la tercera sudamericana mejor ranqueda detrás de la brasileña Erica Rocha y de la colombiana Sandra Arenas. Además, es la tercera más joven después de la australiana Katie Hayward y de la turca Meryem Bekmez. Las tres están próximas a cumplir recién 20 años.

Después que los Juegos Olímpicos se postergaran para verano de 2021 regresó a su natal Ibarra con venia de su entrenador Andrés Chocho. Para seguir sus entrenamientos en casa, junto con la familia, se compró una caminadora y una bicicleta estática.

En Cuenca adquirió una nueva metodología de trabajo. Chocho amplió su perspectiva e incluyó en su planificación sesiones en gimnasio, reuniones con la fisioterapista, nutricionista y le motivó a que aprenda natación y un segundo idioma, el inglés.

Fue empezar de cero pensando en resultados a mediano plazo. Si no se daba ese giro de 360 grados, Ecuador iba a perder a un gran talento. Morejón ya no quería entrenar, su cuerpo soportaba cargas de un adulto y cada vez acumulaba lesiones.

Hoy mira su futuro con gran optimismo. En marzo pensaba empezar a estudiar Cultura Física en la Universidad Católica de Cuenca. Debido a la pandemia, tendrá que esperar hasta septiembre, siempre que se den las condiciones y haya el permiso del COE Nacional. Las clases serán de 17:00 a 21:00, lo que no interrumpiría sus entrenamientos.

En lo deportivo persigue una medalla mundial y olímpica en la categoría absoluta. Toda su colección de preseas, números, credenciales y hasta de zapatos la tiene junto a la imagen del Divino Niño.

Es como una línea del tiempo. Le recuerdan cómo empezó y a donde llegó con fe, esfuerzo y preparación. Su primera medalla la consiguió cuando estaba en la escuela y quedó tercera en lanzamiento de pelota.

También le permiten mantenerse firme en sus convicciones. Prefiere el deporte, el descanso y la oración en lugar de las fiestas y malanoches. Fue lo que le inculcaron sus padres y lo que trata de emular de su principal referente Jefferson Pérez. (BST)-(D)