Pepe Cortisona  

CON SABOR A MORALEJA Bridget Gibbs Andrade

OPINIÓN|

La Secretaría Anticorrupción creada por el Presidente en el 2018 únicamente para posicionar dentro del gobierno al novio de una figura influyente del gobierno, ha ocupado titulares deplorables señalándola como una institución infructuosa. La Fiscal General de la Nación solicitó a Moreno que ponga fin a sus entelequias eliminando esta instancia gubernamental cuyas atribuciones ya se encuentran debidamente determinadas por otras instituciones, como es el caso de la Fiscalía General de la Nación. Adujo que el flamante secretario entorpece las investigaciones alertando a los involucrados.

Según Salazar, ha interferido en las investigaciones de corrupción que la Fiscalía lleva a cabo en el sector salud por la información que publica en redes sociales y qué, lejos de colaborar con la justicia, en su afán de protagonismo, secunda a que el riesgo de fuga entre los sospechosos o investigados crezca, así como la posibilidad de destrucción de posibles evidencias. Aprovechándose de la pandemia, ha pretendido labrarse un perfil de funcionario modelo intolerante a cualquier acto corrupto. Dice ser el jefe de una suerte de “Liga de la Justicia” que no da tregua a la corrupción y qué, apenas estalla un escándalo, llegan sus héroes a recabar información. Según versiones de la Fiscal General esta Secretaría se procuró información sobre varias investigaciones y las publicó sin tener en cuenta la reserva de los casos y la discreción requerida para evitar obstrucciones a la justicia. Con su lema propagandístico: “La Secretaría Anticorrupción está en todos los frentes”, intenta figurar como uno de los protagonistas de la lucha contra los corruptos.

Este funcionario público me recuerda a uno de los personajes emblemáticos de una historieta cómica chilena con quien tiene un parecido físico alucinante, quien se destacaba por su bigote y sus dientes perfectos, pero sobre todo, por su prepotencia y arrogancia: Pepe Cortisona. Este ente gubernamental nunca hizo falta y menos ahora. Debe desaparecer. Y eso es lo que Salazar pidió a Moreno, que mande a la casa a de la Gasca y prescinda de esta Secretaría.

Antes de concluir, estimados lectores, les hago la pregunta de la semana: ¿Por qué el Presidente sigue nombrando impresentables en su gobierno? Demás está decir que todos, ya sabemos la respuesta… (O)