Como parte de la conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente ayer el Ministerio del Ambiente y Agua entregó formalmente al Municipio de Cuenca el expediente para que administre por 20 años más el Parque Nacional Cajas (PNC).
A su vez Pedro Palacios, alcalde de Cuenca, ratificó la delegación a la Empresa de Telecomunicaciones, Agua Potable y Alcantarillado (ETAPA EP) para que continúe con la gestión de esta área natural, la más importante de la región.
El acto se cumplió en el Centro de Interpretación Ambiental Toreadora, que está en el PNC. En el encuentro estuvo Karla Beltrán, titular del Ministerio del Ambiente y Agua en la zona 6.
En el año 2000 esta cartera de Estado firmó un primer acuerdo con la municipalidad para la administración del PNC, que duró una década. En 2010 se dio la renovación de dicho compromiso.
El PNC tiene una extensión de 28.544 hectáreas (ha), en donde hay unos 4.000 cuerpos de agua, entre lagunas, quebradas y humedales. Este lugar abastece del 40% del líquido vital que consume la población de Cuenca.
Pedro Palacios informó que esta es la única área protegida del país que está a cargo de un municipio, lo que da cuenta del buen manejo que ha hecho el gobierno seccional local para la conservación.
Palacios indicó que en esta ocasión solicitaron a la cartera de Estado que se le otorgue al cabildo la administración del PNC por 50 años; sin embargo, esto no pudo concretar.
La municipalidad asimismo tiene un proyecto de ordenanza con el que se busca proteger algunas zonas naturales como el Bosque Protector del Machángara, y otras que están en Mazán y Gallocantana.
Para Ernesto Peláez, biólogo, una de las principales amenazas para el PNC es el ingreso de ganado y la expansión de la frontera agrícola, por lo que considera urgente brindarlo de estos riesgos.
En el plan de gestión ambiental del PNC consta como otros riesgos la contaminación del agua y suelo por derrame de sustancias tóxicas que puedan ser transportadas ilegalmente por las vías que cruzan en espacio.
También los incendios forestales que son provocados por las actividades antrópicas, tanto dentro de este lugar como fuera de sus límites, que por acción del viento incineran hacia el interior del área.
En el documento se cita que la superficie quemada durante los años de registro (2009 hasta septiembre de 2016) es de 1.225,03 hectáreas (ha), siendo los años 2010 y 2011 los que contienen la mayor cantidad de siniestros (seis cada año).
Marco Morales, ingeniero ambiental, considera que uno de los retos que tiene el municipio es impedir que se ejecuten labores de estracción de mineras en este parque nacional e incluso en las zonas aledañas.
Acotó que el sistema lacustre de este sitio actúa a manera de esponjas reguladoras del agua, generando hábitat para 24 especies de anfibios, peces y reptiles.
En el año 2005 se descubrió a una nueva especie de colúbrido endémico, que luego de un proceso de casi nueve años de documentación, registros fotográficos, información sobre el comportamiento del reptil, se lo denominó Philodryas amaru.
En este sitio se ha reportado la presencia de Batrachochytrium dendrobatidis y Saprolegnia ferax, causantes de la extinción de especies de anfibios en otras latitudes. (CSM)-(I)
