Tras 72 años al aire, la «decana» de la radiodifusión dejará de transmitir en 1.110 AM.
Una adaptación de la tradicional canción “Por eso te quiero Cuenca” abría la programación matutina de Ondas Azuayas de ayer domingo. Era la última edición de “Voces de la Ciudad” que tras 1.401 programas decía adiós.
Ondas Azuayas, conocida como la “decana” por ser la más antigua estación radial de Cuenca en seguir al aire, anunció a través de su tradicional programa el cese total de operaciones que será oficial mañana cuando en el dial 1.110 de Amplitud Modulada (AM) se quede en silencio.
En un extenso editorial que repasaba los 72 años de la emisora, Fausto Cardoso, uno de sus directivos, expresaba que la situación económica derivada del coronavirus era el detonante para que la radio deje de operar.
En su repaso se hacía eco de los hitos que son parte no solo de la radio sino del periodismo azuayo, como aquella vez que tuvieron que irrumpir la programación para alertar de la farsa colectiva en la “noche de los giles” o cuando la dictadura intentó callar la voz de sus locutores.
Atentados, disparos en sus puertas, campañas de desprestigio, amenazas de la Iglesia Católica, arrestos, la suspensión de la programación en tiempos de Velasco Ibarra, procesos de la extinta Superintendencia de Comunicación, nada había podido acabar con la radio.
Pero los tiempos son otros y la crisis económica, que ha provocado decenas de cierres de empresas en la ciudad, dio la estocada final a la radio del teatro, la innovación, la buena música y la crítica responsable.
Alejandra Kennedy, desde su rol de historiadora, pero también de periodista, reseñaba los hechos con los que Ondas Azuayas había marcado el devenir mismo de Cuenca desde sus micrófonos. Era el preludio del último adiós.
Despedida
Rosana Encalada y Ana Abad dirigieron el último programa, que duró cerca de cuatro horas en las que llamadas y mensajes de ánimo no paraban de llegar desde todos los sectores, eran las voces de la ciudad las que despedían a la tradicional radio cuencana.
Hablaron todos, los excolaboradores, los seguidores, los detractores, los políticos y los ciudadanos, todos los que sintieron a la radio como suya desde los parlantes del auto, de la casa o del trabajo.
La radio seguirá transmitiendo hasta mañana. En la voz del colaborador de la emisora, Rodrigo Carpio, estos dos días casi de luto serán “el transitar hacia el silencio”.
Para el cierre “brillante sobre el mic” en la voz de Fito Páez, una puerta cerrada, una consola que se apaga.
Para el cierre un adiós con la esperanza de que se apaguen las antenas pero no las voces, al final, en la decana, el lema siempre ha sido “llegar y comenzar de nuevo”.
Economía afecta a radios
Las afectaciones económicas derivadas de la emergencia sanitaria no solo impactan a Ondas Azuayas, que es el caso más crítico, pero no el único según la Asociación Ecuatoriana de Radiodifusión (AER) en Azuay.
Las pérdidas económicas, sumadas a la demora en el pago de publicidad por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE), una deuda que data desde el 2017, han sumido a las radios locales en una debacle económica que ha llevado a hacer “malabares” para mantenerse al aire.
“No podemos bajar los brazos, vamos a salir adelante unidos”, afirma el dirigente gremial.
Así lo señala Galo Crespo, presidente de AER en el Azuay, quien espera que los directivos de las radios locales encuentren la forma de seguir transmitiendo a la espera de días mejores. (JMM)-(I)
