Respeto racial

Entre los vicios más repudiables de la humanidad se destaca racismo. Ha llevado al afianzamiento de prejuicios que se han puesto de manifiesto en tratamientos negativos a personas, por el “delito” de ser de raza diferente a la dominante y de generalizar la idea, carente de sustento científico, de que en la especie humana las diferencias raciales son una manifestación del proceso de evolución y de que hay razas superiores e inferiores. Limitándonos a nuestro país y región, el trato negativo en la historia a quienes habitaban este continente antes de la llegada de los europeos que se convirtieron en minoría política dominante, ocupa un sitial importante en los componentes de vergüenza de nuestro desarrollo.

El repudio a este prejuicio ha se ha manifestado de diferentes maneras, con avances en muchos países. La desigualdad racial ha dejado de existir en las leyes que declaran la igualdad de todos, pero en el comportamiento social se mantiene de modos diversos. En Estados Unidos la lucha ha sido dura. El único enfrentamiento armado interno en su historia tuvo lugar cuando, en la presidencia de Lincoln, se suprimió la esclavitud. Martin Luther King, en los sesenta, mediante un movimiento pacífico consiguió importantes avances. Michele Obama, primera dama en el gobierno anterior, en su libro “Mi Historia” afirma que un negro debe esforzarse más del doble para conseguir al igual que un blanco.

Hace pocos días, la muerte de George Floyd por abuso policial de un agente blanco ha desatado una muy fuerte ola de protestas en muchas ciudades de ese país y en las más importantes de Europa. Son expresiones populares positivas que demuestran un fuerte rechazo a comportamientos oficiales que, expresan que el racismo se mantiene, pese a los avances mencionados. Bien están los cambios legales, pero es muy importante que se dé un proceso de cambio en la mentalidad de todos para que los avances contra este prejuicio no se limite a declaraciones jurídicas. Hay que cambiar la conciencia y la forma de comportamiento.