Cuiden los Danielitos

Aurelio Maldonado Aguilar

OPINIÓN|

Parece ficción, mas es realidad. Atravesamos gran corrupción con tentáculos no sólo en altas esferas gubernativas, sino incluso en pequeños municipios y entidades de pueblos de cuarto nivel. Parece ser que, en hospitales y en forma regular e institucionalizada, sobrevaloraban compras de insumos, por lo cual, ser director o jefe de compras de nosocomios era sitio estratégico para embolsicarse millones y escúchese bien, millones de dólares en un solo día con contratos adjudicados a compañías que una vez trianguladas operaciones, borraban rastros y la plata se esfumaba en manos de maraña de sinvergüenzas que recibían proporcionalmente su parte. Cuidado se mueran los Danielitos. Tienen que estar sanos y con sus lenguas húmedas y móviles para enumerar toda la trinca, ojalá en cooperación eficaz de fiscalía. Invoquemos santos de sus advocaciones, incluyendo Churonita y virgen del Quinche y yo como no creo en vírgenes, pediré a San Martín de Porres que hace el milagro de alimentar en un mismo plato a ratas, gatos y linces, que mantenga vivos y coleando a mis Danielitos. Robos millonarios y nosotros, aportantes y jubilados del IESS, a un paso de perderlo todo en una miserable quiebra que se avecina. Danielito el asambleísta, tiene que dar nombres de asambleístas, padres de la patria, gritones e impolutos, que recibían de su nómina la tajada, para que todo quede en casa, cosa comprobada en roles de su computadora. Deberá explicar por qué y a cambio de qué, salvó a la ministra Romo de juicio político por su maravilloso fin de semana y para el caso como ella misma lo dice con marido e hijos en helicóptero militar. ¿Que recibió para salvar a Atamain de otro juicio? Pues hoy si se vislumbra el pago con entregas de cuotas de poder y hospitales que deberán explicarse. El otro Danielito, el caído del cielo en avioneta robada con todos los permisos de la DAC huyendo en polvorosa del país, tiene que decirnos su relación de ñaños del alma con Bucaram y más mafiosos que lo tenían de testaferro y proporcionando placeres, yates, departamentos y casas de lujo donde pasan largas, larguísimas vacaciones los cuates. Decir quiénes auparon por años sus negocios chuecos y fortuna que con total desfachatez restriega en caras de pacientes de diálisis, covid-19 y más dolencias que fallecen sin medicinas. Cuidado se mueran Danielitos que tienen que decirnos millar de estas y otras minucias. (O)