«B-Learning Ecuador», una propuesta educativa para los tiempos de pandemia

Foto: Xavier Caivinagua

La filial en Ecuador del grupo editorial español Santillana ha elaborado una propuesta educativa que combina la enseñanza virtual con la presencial, en una sola plataforma digital denominada «B-Learning Compartir», que se ajusta a los actuales tiempos de pandemia y confinamiento social.

Así lo aseguró Soledad Jarrín, directora editorial de Santillana-Ecuador, al remarcar que esta propuesta se presenta como una alternativa viable en la coyuntura, ya que permite mantener de forma sostenida el proceso de enseñanza y aprendizaje.

Y es que los procesos de cuarentena a los que han sido sometidos las poblaciones han afectado las planificaciones escolares presenciales y, esa ausencia de alumnos en las aulas, ha llevado a que el cuerpo docente busque nuevas formas para impartir sus clases.

La plataforma desarrollada por un grupo de especialistas ecuatorianos, con el apoyo de «Santillana Lab», el laboratorio regional del grupo editorial, combina y mezcla la enseñanza a distancia a través de internet con la que se produzca de forma presencial.

Por esa razón, explicó Jarrín, «B-Learning» es un sistema que mezcla lo presencial y lo virtual, con protecciones cibernéticas para garantizar una navegación libre de amenazas por internet.

Además, permite que cada alumno se adapte a la comunidad educativa de acuerdo a su propia realidad y en tiempos distintos, por ejemplo, cuando fallara la conexión a internet.

El proyecto, desarrollado por Santillana-Ecuador ha sido ya compartido con el Ministerio de Educación del país, pero tiene en sus planes trasladarse a otras naciones del continente, añadió Jarrín.

Como proyecto piloto, apuntó, el programa ha sido presentado en Ecuador y está a disposición de los centros educativos, tanto para el régimen de la sierra andina y la Amazonía, como para la zona costera y de las islas Galápagos.

El programa, desde hace dos o tres años, ha ido recopilando los materiales curriculares para los diferentes niveles y cursos previstos en la parrilla de estudios diseñado por la autoridad estatal.

Se trata, precisó Jarrín, de una «plataforma propia» que contiene materiales pedagógicos, libros de estudio, cuadernos digitales y un sistema para foros y videoconferencias.

Con esta plataforma, «el alumno puede trabajar en casa o en la escuela, indiferentemente», y también podría alternar en la práctica presencial con la enseñanza virtual, anotó la especialista.

También incorpora el sistema de «clase inversa», donde el estudiante conoce en casa el contenido de cada materia, que se trabaja en las clases presenciales con la guía del profesor o tutor, agregó Jarrín, quien dejó en claro que, en cualquier circunstancia, «el docente es irremplazable, porque es quien determina el proceso de enseñanza-aprendizaje».

«No todos sabemos enseñar» y el programa de Santillana representa un instrumento de ayuda para la enseñanza, apuntó la pedagoga, que aceptó que el proceso educativo también requiere de espacios donde los estudiantes tengan la oportunidad de reforzar sus interrelaciones.

Este programa propone una oferta educativa «de calidad y sostenible» para garantizar un óptimo el proceso de enseñanza aprendizaje, en un momento en que la educación también ha sido seriamente afectada por la expansión del coronavirus en el mundo, apostilló Jarrín. EFE