La audiencia esperada

Gerardo Maldonado Zeas

OPINIÓN|

 

Los jueces León, Rodríguez y Saquicela de la Corte Nacional cumplieron con el país y la justicia, al aceptar el recurso de apelación de la sentencia en el caso Sobornos 2012-2016 por la “oportunidad” con la cual se presentó, proceso que condenó a 8 años por cohecho a Rafael Correa y 18 personas más, y que ahora le corresponderá resolver al Tribunal integrado por los jueces David Jacho (ponente), Dilza Muñoz y Wilman Terán.

Al final de esta primera etapa, todos sabíamos que la apelación iba a producirse, al ser  un derecho al cual pueden acceder quienes no se sienten conformes con las sentencias judiciales. Pero de la mano de este recurso, también sabíamos que los abogados defensores de los condenados, agotarían todas las triquiñuelas jurídicas posibles, como los invocados recursos de ampliación y aclaración, los cuales fueron negados, al no tener ni pies, ni cabeza.

También imaginábamos al Tribunal al cual le correspondería discernir la apelación, sorteando los pedidos de diferimiento con variados argumentos, como el de la ausencia de abogados enfermos, la “falta de internet” que les impidió a las partes interesadas conocer la sentencia por la vía digital, hasta la extraña sorpresa del miércoles pasado cuando se argumentó de una sentencia de primera instancia incompleta, por lo cual se concedía un plazo adicional para que sea leída en su totalidad. Rarísimo.

Y entonces, las especulaciones y comentarios de todo tipo empezaron a rondar en el ambiente de quienes esperamos el pronto desenlace de esta audiencia de apelación. ¿cómo es que se convoca a la audiencia, con una sentencia incompleta? Todos escuchamos la notificación oral, luego el país entendió con claridad que se había transmitido a través de los sistemas informáticos; y finalmente, fuentes dignas de crédito, aseguran que la notificación se realizó por escrito, y con sentada razón del secretario. Preocupante de verdad que estemos con estas angustias, cuando todo hacía pensar que la justicia empezaba a reivindicarse. El próximo lunes será el día. (O)