Deuda fiscal a los GADs

Roberto Vivar Reinoso

OPINIÓN|

Alrededor de mil millones de dólares debe el Ejecutivo a los gobiernos autónomos descentralizados (GADs), por transferencias presupuestarias, que están supeditadas a la recaudación tributaria y precio del petróleo, actualmente reducidos a la mitad. Nada dicen sin embargo sobre la austeridad concentrada especialmente en racionalizar personal y dependencias, pues constituyen parte del Estado al cual muchos conceptúan obeso, absorbente, corrupto, ineficiente. Tampoco mencionan la autogestión mediante cobro de impuestos, contribuciones, tasas, permitidos por ley, porque las prefecturas dependen exclusivamente del erario nacional, aunque podrían recuperar al menos parte de las inversiones realizadas en sus comunidades.

Es que la burocracia central no puede estrecharse más, pues educación, salud, seguridad, obras de infraestructura básica copan el 92 % del presupuesto anual. Es hora que los organismos seccionales de elección popular aprieten los cinturones, haciendo realidad su concepción autónoma que para la mayoría es pura ficción.

Reafirmo mi convencimiento sobre la inutilidad de las prefecturas, cuyo papel deben asumir los municipios a través de los concejales rurales. Tampoco el Estado puede seguir financiando gastos de las juntas parroquiales, cuando están en capacidad de buscar fondos propios.

Explicable que los candidatos no incluyan estos temas entre sus programas de acción, porque ahuyentan electores. Llegamos empero a una encrucijada tal, que la sociedad civil va concientizándose sobre la urgencia de reformular la geopolítica nacional, único camino para optimizar recursos que se reducen con el paso del tiempo. Renegociar la deuda externa de la cual dependemos en forma creciente, no constituye logro significativo, pues como reza el axioma popular: “es comida para hoy, pero hambre del mañana”. (O)