Multas irrisorias aumentan informalidad en ventas

Calles y avenidas de Cuenca convertidas en "feria libre"

Retiros frontales y garajes son los mayores escenarios para la venta de alimentos, en esta época de pandemia. Foto en la Carlos Arízaga. XCA

En dos semanas estaría lista nueva normativa de sanciones, actual data de hace 25 años


Varias calles y avenidas de Cuenca se han convertido en una feria libre como nunca antes ha ocurrido y no existe una norma que permita sancionar a los infractores con multas altas, las actuales son irrisorias, datan de una ley promulgada hace 25 años.

Esta es la razón por la que en el cantón Cuenca cada vez crece este tipo de ventas informales diarias en: retiros frontales, garajes, zaguanes…con frutas, verduras, carnes, pescado y queso, estos tres alimentos sin refrigeración.

“La carne fresca encoge, pierde peso y es rápidamente atacada por bacterias del aire, las manos”, advertencia que consta en el estudio “Almacenamiento no refrigerado de la carne fresca” de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

No solo las condiciones de aparente insalubridad son las alarmantes, también el incorrecto uso y aprovechamiento del suelo.

Estos comerciantes, además, aparentemente desconocen que previo a trabajar deben obtener un permiso municipal.  Y no pueden ubicarse en cualquier lado para vender.

Algunos vendedores ambulantes le culpan a la pandemia que los dejó sin trabajo, y el comercio informal es una opción.

Ellos han invertido en la compra del producto, pero en nada más, no han adquirido los muebles adecuados para exhibir los alimentos, estos van sobre canastillas plásticas en el mejor de los casos, la mayoría en cajas de cartón o baldes en el piso y todos expuestos al humo vehicular.

La comerciante Natividad Daquilema, nacida en Riobamba y radicada en Cuenca, levantó en esta pandemia uno de los puestos más grandes en la ciudadela Uncovía, ocupa el área central de un edificio esquinero, por el que paga de arriendo 100 dólares mensuales.

El dueño le dijo que debe desocupar porque él se pondrá una tienda, pero Natividad no se hace lío, ya conversó con otro vecino que le arrendará un espacio adjunto.

¿El Municipio le ha venido a controlar? “no sé, no me han molestado” responde y da “gracias a Dios porque mis ventas tienen acogida”.

Vende tomate, cebolla, ajos, pepino, zanahoria, sandía y otros.  Para coraje de las comerciantes formales que laboran dentro de mercados, Daquilema y otros informales ofertan precios ligeramente más baratos.

Trabaja de lunes a domingo, vende con sus hermanas; para ella este negocio es crucial, con él mantiene a sus tres hijos.  Es la única alternativa luego de que “nos mandaron sacando de la feria libre El Arenal, por la pandemia cerraron el mercado”.

Uno de los panoramas en la Uncovía. ACR

El correcto uso del suelo es una de las preocupaciones de planificación municipal

El correcto uso del suelo es una de las preocupaciones de Josué Vega, titular de Planificación del Municipio, dirección que gestiona la administración pública en función de cuál sería el correcto aprovechamiento del suelo, sobre todo en el área privada (lotes) en la que muchas veces se ocupa el retiro frontal para la venta informal de comestibles perecederos.

Pablo Cordero, responsable de Control Urbano, dice que no están de brazos cruzados, han coordinado con Guardia Ciudadana para salir a operativos, acompañados de las Fuerzas Armadas y la Policía en estos últimos 15 días.  Los operativos se incrementaron desde la pandemia.

Las ventas están por todo lado, inclusive Cordero revela que fue necesario coordinar con el Consejo de Seguridad Ciudadana por la agresividad de los comerciantes, y cada semana hay una reunión para establecer las rutas de los operativos en distintos lugares.

Confiesa que esto ha ayudado un poco, pero la gente sigue infringiendo.

Entonces ¿qué pasa? “me apena decirlo y que la ciudadanía conozca que la ordenanza que tenemos es tan caduca, es del año 1995, y no tiene tipificadas las sanciones a las infracciones al uso de suelo”, confirma.

Entonces, Control Urbano hace su parte, que son las actuaciones previas, luego pasa a la Unidad Sancionadora para que establezca la multa, pero como no está tipificado no pueden hacerlo.

Por eso Control trabajó en un nuevo cuerpo normativo que derogue al anterior, en donde se incrementan las multas “porque hay que reconocer que los ciudadanos infringen demasiado porque las multas son tan bajas”.

Ahora, basados en la Ley de Ordenamiento Territorial y Uso de Suelo, la propuesta tipifica multas graves desde 50 hasta 100 salarios básicos para los que infringen.  No es una tasa ni un impuesto, es una multa.  Pero ahora, todo está en manos del Concejo Cantonal.

Avenida Los Cerezos, uno de los panoramas. XCA

Tarea del Concejo Cantonal aprobar dos ordenanzas

El concejal Omar Álvarez, presidente de la Comisión de Áreas Históricas y Patrimoniales, reconoce toda la problemática de la venta informal “que desnuda un problema: todo este aparataje de normas son caducas, algunas de hace 30 años, obedecían al contexto de aquella época, incluso las sanciones en ese momento se calculaban en sucres”.

Por eso afirma que “está por salir, quizás en el transcurso de la otra semana” estaría lista, discutida y aprobada en segundo debate una ordenanza que les permite darle mayor viabilidad  a la Unidad Administrativa Sancionadora del Municipio  y una ordenanza paralela que permite en el contexto actual sancionar si es que hay transgresiones normativas en el marco del adecuado uso de suelo.

Pero más allá de eso, Álvarez hace un llamado a la ciudadanía porque la oferta informal no crecería tanto si es que no hubiera una alta demanda.  Pide que acudan a los mercados formales, en donde hay medidas de bioseguridad. (I)

Competencias de cada organismo municipal

Cuando hay irrespeto al uso de vías públicas, se entra en actos irregulares y deben intervenir Control Urbano y Guardia Ciudadana.

Al detectarse irregularidades, la Unidad Administrativa Sancionadora también interviene en los casos para hacer los procedimientos.

Son procedimientos administrativos que dan cuenta de multas a los ciudadanos infractores que están ocupando mal el suelo en el cantón.

En el caso de las ferias itinerantes que se realizan en diferentes sitios de la urbe es diferente, pues estas cuentan con autorización.

50

salarios básicos hasta 100 es la propuesta tipifica para multas graves a quien infringe y no respeta uso de suelo

2

ejes: la ocupación del suelo se refiere a las construcciones y el uso a las actividades que se desarrollan en el cantón.


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