Nueva pandemia

Hugo Lucero Luzuriaga

 OPINIÓN|

El mundo se encuentra expuesto a una preocupante nueva pandemia generada por la COVID-19, relacionada con alteraciones en la salud mental de los humanos. Lo enunciado en razones de que a la crisis sanitaria, social y económica debemos adicionar las ilimitadas informaciones y desinformaciones sobre la pandemia, la carrera por sacar la vacuna y las cansinas recetas curativas desde farmacológicas hasta milagrosas promulgadas por sabiondos, iluminados y hasta profesionales interesados y en competencia, que están incidiendo en el sistema nervioso de muchas personas generando alteraciones psicopatológicas como la ansiedad y la depresión.

Es oportuno lanzar un grito de alerta, sobre todo a los responsables de la conducción de Estados y gobiernos en función de preocuparse por el inicio de esta inminente pandemia, que está afectando de manera preponderante a la actual generación de jóvenes, dados por el confinamiento, dificultad de relaciones sociales, desocupación, pobreza, problemas para estudiar, incremento de violencia intrafamiliar, fallecimiento de seres queridos, desconfianza ante el engaño,  corrupción y una extenso etcétera. Situaciones conflictivas que inducen a que se busquen evasivas en el alcoholismo, drogadicción, delincuencia, además de la somatización de problemas psicológicos y la generación de patologías neuróticas y psicóticas que muchas veces terminan en el suicidio. La población adulta mayor también está siendo víctima de la pandemia con incremento de patologías mentales.

Científicos, médicos y afines nos pronostican la posibilidad de que al cabo de unos meses o años estaríamos rodeados de seres humanos sanos físicamente, pero “locos” o “medio locos” que trastornarían el diario vivir de la humanidad. Es una consideración que no está lejos de presentarse, por ello insistimos en acciones a tomarse en función de prevenir o al menos comenzar a intervenir en el tratamiento de la salud mental de los humanos, obviamente sin descuidarse del SARS-cov.2 que posiblemente vino para quedarse, o si se va, dejará graves secuelas siendo las más graves en la salud mental de muchos seres humanos. (O)