OPINIÓN|
A pocas semanas de la convocatoria a las elecciones de 2021, y de la apertura del proceso de inscripciones de candidaturas para la presidencia, vicepresidencia y para la Asamblea Nacional, el escenario político electoral nacional se presenta bastante fragmentado y con un exceso de precandidaturas para la Presidencia de la República.
Una situación que, sobre todo, afecta a la tendencia ideológico-política que puede caracterizarse como de derecha y que por, por ende, reivindica un modelo de desarrollo basado en más mercado y en menos Estado (o neoliberalismo). Entre la cantidad de precandidatos sobresalen: Guillermo Lasso, que competirá por tercera vez para la presidencia; Alvaro Noboa que correrá por sexta vez, aunque pude ser probable que termine desistiendo como ya lo hizo en 2017; Lucio Gutiérrez, que ya perdió en las presidenciales de 2009 y 2013. El ex vicepresidente Otto Zonnenholzner, que supuestamente renunció para ser candidato presidencial, a última hora desistió.
A esas figuras conocidas pretenderían unirse otras, que también ya han trajinado por el mundo de la política o de la función pública, tales como Andrés Páez y Guillermo Celi. Quizás los únicos nuevos en la derecha serían Fabricio Correa y, si finalmente decide postularse como candidato presidencial, el ex presidente del Barcelona Isidro Romero.
En la tendencia ideológica del centro, que reivindica un papel más activo del Estado en la política económica y social, estaría el correísmo (que se autocalifica de” izquierda”) que ha presentado a Andrés Arauz como candidato a presidente y a Rafael Correa como candidato a Vicepresidente; si bien es probable que por los problemas legales que enfrenta Correa este finalmente deje la candidatura, hasta el momento de escribir este artículo esto no se había dado. En esta tendencia estaría también la candidatura de Gustavo Larrea que, al igual que otros posibles candidatos, no proyectan una mayor opción de triunfo.
Finalmente, en la tendencia de centroizquierda la candidatura, que aparece como la única y la más fuerte de esta, sería la del candidato de PachaKutik Yaku Pérez; la misma que, empero, para crecer deberá resolver antes en conflicto interno desatado con el movimiento indígena representado en la CONAIE. (O)
