Bismarck Ávila: espero concretar mi tercer ascenso a primera división con un equipo celeste

El profesional oriental se desenvuelve como preparador físico del Manta FC.

El profesional oriental se desenvuelve como preparador físico del Manta FC.

Bismarck Ávila aporta con su experiencia en el Manta Fútbol Club, equipo dirigido por el argentino Fabián Frías que es protagonista en el Campeonato Nacional de Fútbol, Primera B (actualmente se ubica tercer en la Tabla de Posiciones, solamente por delante de Atlético Porteño y Nueve de Octubre).

El preparador físico, oriundo de Gualaquiza-Morona Santiago, que califica a Cuenca como su segundo hogar, habló con Diario El Mercurio sobre el buen momento que atraviesa en el conjunto manabita. A continuación, la entrevista:

¿Cómo se dio su vinculación con Manta FC?

Vengo trabajando con el equipo desde el 22 de enero. Ese día me hice cargo de la preparación física del primer equipo.

Sin duda alguna es un reto importante en mi trayectoria que conlleva mucha responsabilidad, espero concretar mi tercer ascenso a primera división del fútbol ecuatoriano con equipo de color celeste, ya que antes tuve la oportunidad de ascender a la Serie A con Universidad Católica de Quito, en el 2012, siendo el segundo preparador físico; y, con Macará de Ambato, en el 2016. Sería una bonita anécdota y experiencia personal en caso de concretarse este objetivo junto a este gran equipo, muy querido y representativo en Manta y Manabí.

¿Usted reside actualmente en Manta con su familia?

Son 18 años que vivo fuera de mi Pueblo y siempre radico solo en la ciudad del equipo en el que voy a trabajar. Estoy casado cinco años, tengo dos hijos, y prefiero que mi familia se quede en Cuenca, considerando que fue la ciudad que me abrió las puertas para seguir enrolado en el fútbol como jugador y preparador físico, y en donde conocí a mi señora. Así que después de Gualaquiza está Cuenca por el fútbol y mi familia.

¿Cuál es su trayectoria?

Llegué a Cuenca cuando tenía 17 años para realizar mis estudios en la Universidad de Cuenca, en donde obtuve mi Licenciatura en Cultura Física. Al mismo tiempo pude entrenar y jugar en Segunda Categoría en Liga de Cuenca. Jugué Ascenso, desde 2003, hasta 2010.

Con Liga de Cuenca ascendimos a la Serie B en el 2007, y debuté en dicha división a los 23 años. Fui el único jugador sobreviviente de la temporada 2003 en jugar a año seguido en el equipo, ascender y debutar profesionalmente.

En el 2009 jugué en Tecni Club y el siguiente año en Estudiantes. En el 2011 volví a Gualaquiza, en donde con unos amigos formamos la Escuela de Recuperación Futbolera.

En el 2012 me vinculé a un equipo de primera categoría como ayudante del preparador físico, y entrenador de las categorías formativas en Universidad Católica de Quito, llegando a ser campeones en Serie B. Un año después jugamos Copa Sudamericana con este mismo Club, siendo ayudante del preparador físico.

En el 2014 paso a Técnico Universitario como ayudante del preparador físico en Serie B, y en el 2015 a Deportivo Cuenca (Primera A), y en la misma temporada como preparador físico en el equipo filial Estrella Roja.

En el 2016 inicia mi carrera como preparador físico principal en Macará de Ambato, equipo con el cual salimos campeones de la Serie B.

Desde 2017, hasta julio 2018, fui preparador físico del Gualaceo SC, y en agosto de 2018, a mayo de 2019, en Técnico Universitario (Serie A). Ese mismo año llego a Atlético Porteño de Guayaquil, los meses junio, julio y agosto, y en el 2020 en Manta FC.

¿Cuánto se ha llegado a compaginar con Fabián Frías, quien viene trabajando mucho tiempo junto a usted?

Mucho. Llevamos trabajando tres años con Fabián desde que estuvimos en Gualaceo Sporting Club, y la verdad que le gusta mucho mi metodología de trabajo, una preparación física moderna y contextualizada. 

¿Qué busca imponer físicamente en los jugadores?

La preparación física es una tarea importante y privilegiada, pero muy delicada y silenciosa a la vez. Somos cirujanos de la musculatura de nuestros jugadores.

Manejar futbolistas de élite es una gran responsabilidad porque se trabaja para que puedan dar todo en la cancha cada fin de semana.

Cuando jugaba de volante cinco me conocían con el sobrenombre de ‘Tres Pulmones’ porque corría mucho, y precisamente esa característica quiero transmitir en el plantel. Me gusta que mis jugadores corran y corran, pero que también jueguen al fútbol por lo que tratamos de combinar el método tradicional con trabajos de pelota.

Es una labor que quizás pasa desapercibida cuando el jugador corre sin mayores problemas los 90 minutos, pero atrás de todo hay un amplio trabajo. Sin embargo, debemos reconocer que la parte esencial de los equipos siempre serán los futbolistas porque ellos son los artífices y partícipes de dichos procesos. (JMB) (D)