“La Diabetes tiene su casa en Cuenca”

Hugo Lucero Luzuriaga

OPINIÓN|

La Diabetes tiene hoy un lugar donde se puede prevenir, diagnosticar, tratar y rehabilitar esta enfermedad, espacio denominado “La Casa de la Diabetes” que funciona como Centro Médico.  Es importante para la ciudad y la región contar con este servicio médico conociendo que la Diabetes se presenta como una epidemia mundial y específicamente en nuestro país, en donde según la Organización Panamericana de Salud (OPS) el 8% de la población ecuatoriana lo padece, es decir aproximadamente 1.400.000 personas, además de que el 50 % de la población que sufre esta enfermedad lo desconoce. Patología crónica que no respeta clase social, situación económica, raza, sexo, terminando con la vida no sin antes dejar huellas físicas, psicológicas y penuria económica.

“La Casa de la Diabetes” nació como Fundación y laboró como tal en Cuenca desde hace aproximadamente 18 años, habiéndose constituido en el centro de apoyo a los pacientes con diabetes bajo el liderazgo de Ana Fernanda Sánchez, Magister en Educación en Diabetes, mujer comprometida en la lucha contra este padecimiento.

“La Casa de la Diabetes” como centro médico suple en algo las deficiencias de nuestro precario sistema de salud, en donde se prioriza a lo curativo, obviando la promoción y prevención, marginando las enfermedades crónicas como la diabetes, hipertensión arterial, y un gran etcétera.  Se adiciona para la mala calidad de atención sanitaria la galopante corrupción en donde algunos presupuestos han sido direccionados a los bolsillos de malandrines y testaferros. Y, lo preocupante de la actual crisis sanitaria es la desmotivación que se genera en los profesionales y más trabadores de la salud pública, cuando no se les cancela sus haberes y se les busca ardides para despedirlos; todo lo cual suma a  que la atención oportuna, adecuada, con calidad y calidez  de la salud de los ecuatorianos sea una utopía , es por ello que, debe ser motivo del aplauso, satisfacción y la motivación para estos espacios como “ La Casa de la Diabetes” que desde el mismo tejido social sirven a la comunidad. (O)