Se estudia nuevo uso a las terminarles de transferencia que no funcionan de acuerdo a lo planificado

El proyecto de buses alimentadores no continuó, en gran parte por la construcción del tranvía.

El 30 de noviembre del 2013 empezaron a funcionar las terminales de transferencia que se construyeron en El Arenal y en la terminal terrestre de la ciudad. La idea, además de disminuir la circulación de buses por el centro histórico, era contar con un sistema de integración en el transporte público en Cuenca.

Sin embargo, con el paso de los años, se perdió el concepto en gran medida por la construcción del tranvía. Las últimas líneas que funcionaron como alimentadoras hace un poco más de dos años.

Desde entonces, esos espacios que le costaron a la ciudad más de cuatro millones de dólares, y que hoy la Cámara de Transporte de Cuenca tiene en comodato hasta el 2023, no son los lugares para los que fueron pensados.

“El tranvía, al no estar diseñado como una parte integral para transbordos del terminal perdió la funcionalidad, y de poco en poco las líneas fueron desactivadas por las obras. Actualmente no hay una línea que vuelva a funcionar de esa manera”, dijo Guilherme Chalhoub, director del departamento de Gestión de Movilidad del municipio.

Un nuevo uso

La falta de un diseño acorde al concepto de sistema integrado se refleja en estos días, en los que el tranvía ha suplantado a la línea 100, que hacía el recorrido desde Ricaurte hacia Baños y viceversa: las personas cumplen con el transbordo en una acera, junto a la avenida España.

Aquello ha molestado, principalmente, a los habitantes de Ricaurte, quienes han protestado por la eliminación de la línea. Ayer, funcionarios de Tranvía Cuenca socializaron el funcionamiento de la integración entre la línea 100 y el vehículo tranviario, aun así, hubo quejas.

Días atrás, el presidente del GAD de Ricaurte, Paúl Ávila, solicitó que, si la línea 100 no se reanudaba, que se implemente otra línea con una ruta alternativa.

Chalhoub explicó a diario El Mercurio que sí se está estudiando la creación de nuevas líneas, pero no solo para Ricaurte, sino para el resto de parroquias rurales del cantón.

Ese estudio forma parte de otra investigación mucho más amplia que está asociada con el nuevo uso que se puede dar a las terminarles de El Arenal y la terminal terrestre, así como el aumento de buses alimentadores.

En el caso de las terminales se analiza si pueden usarse para el transporte intercantonal o interprovincial. En cambio, con la integración, según la idea del departamento de Movilidad, es que no solo se conecten los buses urbanos con el tranvía, sino que se integren todos los medios de transporte bajo una sola política tarifaria.

Hasta entonces, la idea de sistema integrado ꟷque se promueve desde hace más una década y que ha cambiado con cada administración municipalꟷ solo está en las tarjetas de bus y del tranvía. (AWM)-(I)