Traición a la Patria

    La patria es el lugar al cual uno se debe. Implica el alcance de la comprensión material del origen terrenal o desde el que uno se mira como propio en vínculo histórico y jurídico. Supone la identificación con la historia común, el sentir y entendimiento que es la tierra de los padres, de los mayores y nuestros antepasados.

            Cuando se piensa en patria, se entiende el abrazo a sus miembros, a sus fines y a su futuro. Es una búsqueda por el progreso y desarrollo de los suyo en colectivo. Son las tradiciones, la lengua, la naturaleza y patrimonio material. Es lo propio. A la patria se la cuida y se la cautela de aquellas intenciones de dañarla, extinguirla o usufructuarla.

            Traicionarla, no tiene perdón. Constituiría la renuncia a sus elementos conceptuales y de dignidad colectiva, imaginario común y futuro. A la patria se respeta, en su estructura, lazos de edificación y visión a largo plazo. Hay que cuidarla, consentirla y encontrar en ella los fundamentos para el progreso de todos. Se respetan sus símbolos y sus normas. Su sentido y razón de creación.

 Es traición a la patria, a nuestra Patria, tomarse a la ligera el camino. Improvisar y esperar el desenlace. No atender a las urgencias del camino y decisiones que se deben tomar. Es traición engañarse y engañarla. Es ausencia de defensa, dejarla morir en manos de la sonrisa y discurso populista. La Patria requiere de al menos cinco buenos gobiernos consecutivos, no de líderes revanchistas o camuflados por sus propias victorias y tóxicas ejecutorias. Es urgente la implantación de procesos democráticos en respeto a las siguientes generaciones.

La traición a la Patria, también se hace cuando se deja pasar. Cuando el reclamo no llega, cuando en las urnas no hacemos conciencia. (O)