La otra democracia

Análisis político Marco Salamea Córdova

La democracia representativa, que es la que hoy existe en los países que se llaman democráticos, se basa fundamentalmente en las elecciones; con lo que la participación del pueblo se reduce a votar cada cierto tiempo. Pasado este ritual electoral el pueblo pierde la posibilidad de participar e incidir en los temas de la gestión pública, así como la posibilidad de controlar a sus supuestos representantes. Por ejemplo, esto se daría en los Estados Unidos, que acaba de pasar un proceso electoral; y, se daría en Ecuador, donde las elecciones se realizarán en febrero de 2021.

Frente a ese tipo de democracia, una DEMOCRACIA PARTICIPATIVA lo que buscaría es provocar una mayor participación de los ciudadanos en los asuntos del Estado; lo que implicaría rebasar los mecanismos tradicionales de funcionamiento de la democracia política e implementar mecanismos que permitan a los ciudadanos la facultad de controlar e interpelar a sus “representantes”, así como su intervención más activa en la toma de decisiones sobre aspectos básicos de la vida nacional.

En cuanto a los mecanismos de control de los ciudadanos sobre sus representantes, los mismos deben hacer posible que los diversos sectores ciudadanos pidan regularmente cuentas y, si el caso lo amerita, sancionen a aquellos que ostentan su representación en los diversos órganos del Estado y que han incumplido con el mandato dado en las urnas.

En lo que se refiere a dar a las personas la capacidad de intervenir en las deliberaciones y resoluciones inherentes a los más importantes aspectos de la vida económica, política y social, esto podría efectivizarse a través de la presencia a representantes de las organizaciones de la sociedad civil en los órganos de decisión del Estado y mediante las consultas populares.

También la descentralización del Estado y el fortalecimiento de las instancias locales del poder estatal permitirían abrir vías en dirección a ampliar los espacios de participación democrática de los ciudadanos y agrupaciones sociales, sobre todo si consideramos que la relación con estos y con sus demandas es mucho más cercana en el caso de aquellas instancias; por lo que la democracia participativa tendría más posibilidades de materializarse en primer lugar como una democracia local. (O)