El andarín cuencano Saúl Wamputsrik es un apasionado de la poesía

El marchista cuencano Saúl Wamputsrik (D) entrena en la avenida 12 de Abril, diagonal al parque de La Madre. BST

“Cuando de nuestro amor la llama apasionada, dentro de tu pecho amante contemples extinguida, ya que sólo por ti la vida me es amada, el día en que me faltes me arrancaré la vida”, es parte del poema “El alma en los labios” escrito por el guayaquileño Medardo Ángel Silva.

“Fue el primer poema que me leí en la escuela hace ocho años más o menos y que me atrajo al mundo de la poesía. Recuerdo que me pareció bastante atractivo y allí fue que empezó todo”, indica el andarín cuencano Saúl Wamputsrik.

“A mí me gusta bastante la poesía de Pablo Neruda y Medardo Ángel Silva. He leído bastante de sus poemas y por ahí fui sacando bastante del estilo que tienen… No descarto la idea de sacar algún libro cuando tenga una buena recopilación, pero bastante a futuro”.

El estado de ánimo, las experiencias personales y deportivas que vive día a día avivan su inspiración. “El primero que escribí se llama Un día más. Fue en la época en la que empecé a entrenar, cuando empecé a descubrir este mundo”.

Escribir y hacer origamis son las principales actividades que copan el tiempo libre de Saúl sin descuidar el descanso, más cuando forma parte del Proyecto de Jóvenes Promesas 2020 del Comité Olímpico Ecuatoriano, algo que le tomó de sorpresa.

Saúl Wamputsrik junto con su entrenador Luis Urgilés. BST

“Cuando me enteré fue una noticia que no me lo esperaba, obviamente gracias a Dios nos tomaron en cuenta, estamos muy felices con mi familia igual con mi entrenador (Luis Urgilés) porque es un gran apoyo y una gran motivación para seguir entrenando fuerte”.

La ayuda que recibe es diversa. “Nos apoyan con pruebas para covid, un monto para la alimentación, atención médica, nos están abriendo historiales clínicos de fisioterapia vía Zoom” y también está prevista la entrega de indumentaria y calzado.

“Uno nunca se imagina en qué momento va a ir alcanzando los logros, pero si uno se esfuerza, va haciendo las cosas bien y sobre todo confía en Dios y tiene la perseverancia, las cosas se van dando solas”.

Saúl tiene 16 años, pero de a poco está acostumbrando a su cuerpo al doble de la distancia que suele competir en la Prejuvenil (5.000 metros) y con la que fue campeón en los Juegos Sudamericanos Escolares de Perú 2018.

“Ha sido un año bastante bueno para ir agarrando más experiencia en los 10 km, para poder entrenarme mejor y el próximo año ya no buscar solo la categoría prejuvenil sino ya apuntar más a la juvenil”.

Antes de la declaratoria de emergencia sanitaria por la pandemia de la covid-19, el marchista azuayo ya experimentó la nueva distancia en el Campeonato Nacional de Marcha Atlética 2020, en la ciudad de Macas. En la categoría 10 km varones U18 obtuvo el segundo lugar, detrás del ambateño Terry Villacorte. (BST)-(D)