Los vericuetos de “Alvarito”

Marco Salamea Córdova

En el mes de agosto de este año Alvaro Noboa Pontón declinó su precandidatura presidencial, con el argumento de que lo hacía para fortalecer la tendencia política de derecha; luego, hace unos días sorpresivamente anunció que si sería candidato presidencial por el movimiento “Justicia Social”, movimiento recientemente rehabilitado por el Tribunal Contencioso Electoral (TCE); y, finalmente, en las últimas horas, el CNE rechazó su candidatura presidencial. Un rechazó que, probablemente, no estaría exento de cálculos o presiones políticas.

Es que el anuncio de su candidatura generó preocupación en varios sectores políticos, particularmente en aquellos que promueven las candidaturas presidenciales que, según las encuestas, asoman como las que tienen más posibilidades para disputar la Presidencia; pues la candidatura de Noboa podía modificar esas posibilidades y mover el tablero político-electoral.

Dicha candidatura podía afectar sobre todo a la candidatura presidencial de Guillermo Lasso, pues una buena parte de votantes anticorreístas de la que se nutre Lasso podía migrar a favor de Noboa; lo cual pondría en evidencia que el voto por Lasso no es precisamente un voto duro sino un voto “pragmático”, y como tal, un voto frágil por quien ha asomado, hasta ahora, como el candidato más fuerte del anti correísmo de derecha.

Pero también el anti correísmo representado por la candidatura de Yaku Pérez podía ser afectado por la presencia de Noboa, pues algún porcentaje de estos votantes anticorreístas podía cambiar su voto a favor de Noboa. Sin embargo, paradójicamente, Pérez podía también haberse beneficiado de la reducción de votos que Lasso hubiera tenido por la presencia de Noboa, consolidando con esto sus posibilidades para ingresar a una segunda vuelta electoral.

En todo caso “no hay mal que por bien no venga” para Noboa, pues  a pesar de que podía haber logrado una votación mayor a la que obtuvo como candidato presidencial en 2013, en las elecciones de 2021 muy probablemente no hubiera ido más allá de disputar un tercer; con lo cual, si se concretaba la sexta candidatura de “Alvarito” (pues ya ha sido 5 veces candidato presidencial) podía haber terminado en  un sexto fracaso de su aspiración de convertirse en Presidente. (O)