El anuncio de empresas como Pfizer y Moderna del fin de sus pruebas en humanos con una eficacia que bordea el 95 % y el inicio del protocolo para su aprobación por las agencias internacionales de medicamentos, ilusiona, pero aún es pronto para bajar la guardia.
El viceministro de Gobernanza y Vigilancia de la Salud, Xavier Solórzano, informó esta semana a EFE que Ecuador tiene planificada una inversión de 200 millones de dólares para la adquisición de vacunas contra la COVID, con los que aspira a vacunar en la primera mitad de 2021 a unos 9 millones de habitantes.
En total se esperan 18 millones de dosis pero estas deben dividirse en 2, puesto que cada persona requiere un refuerzo al primer mes para que los anticuerpos sean eficaces. El arribo de las primeras dosis está previsto para finales de marzo e inicios de abril del 2021.
Ecuador es parte de la iniciativa Covax de la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo que garantiza al país garantizan unas 7 millones de dosis desde el programa internacional.
El país espera recibir 7 millones más de dosis a través de un acuerdo con AztraZeneca, 2 millones adicionales de Pfizer y 2 millones más del laboratorio Covaxx.
De estos 3 laboratorios solo Pfizer terminó la fase 3 y espera autorización para la distribución de los anticuerpos. AztraZeneca está en al fase 2 y Covaxx en la fase 1 de prueba de la vacuna.
Solórzano detalló que han mantenido conversaciones con otros laboratorios, entre ellos Novavax, Sinopharm, Zhifei y Johnson & Johnson, pero no se han logrado acuerdos.
También explicó que las 18 millones de dosis se irán aplicando de a poco, ya que el país actualmente tiene capacidad para distribuir 1 millón de vacunas por mes, una cifra sobre la que se trabaja en el plan de vacunación nacional contra la COVID.
Vacuna en Cuenca
El ministro Solórzano explicó que las primeras vacunas serán distribuidas en las ciudades que mayor número de contagios presentan, esto es Quito, Guayaquil, Cuenca y Portoviejo, por lo que la ciudad tendrá prioridad en el plan de vacunación.
El investigador Bernardo Vega, quien fue decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cuenca, explica que estas dosis no llegarán a toda la población, sino que inicialmente se tendrá que vacunar a los grupos de riesgo.
En un inicio, el Ministerio de Salud planifica inmunizar a quienes estén en primera línea, esto es a personal de salud, bomberos, recolectores de basura, centros penitenciarios y gerontológicos. Progresivamente se vacunará a docentes, personal de la cadena de alimentos y servicios básicos.
Quienes ya tuvieron COVID no recibirán la vacuna pues han generado anticuerpos de forma natural. Los menores de 55 años serán el último grupo en recibir las dosis.
Vega explica que si bien no todos recibirían la vacuna, su aplicación frena la transmisión del virus por lo que toda la población se verá beneficiada de forma indirecta. (JMM) (I)
