Manos hábiles olvidadas

Por: Karina Elizabeth López Pino

En diciembre del 2019 un total de 311.134 ecuatorianos no tenían empleo. Para mayo y junio la situación se agravó a consecuencia de una pandemia mundial que desestabilizó a grandes empresas y negocios con fuerte trayectoria e historia; en el 2019 la tasa de desempleo fue del 3,8% y para este año subió al 13,3%.

Bajo un contexto poco alentador, sin políticas de acción, confinados y con la cantidad de deudas por pagar (servicios básicos, arriendo, alimentación, salud, vestuario, tecnología, etcétera), ¿cómo podía reaccionar la población para sobrevivir?

Con creatividad, perseverancia, habilidad, esperanza, mayor esfuerzo y, sobre todo, ganas.

Así, nacieron varios emprendimientos que demostraron que el ser humano posee gran capacidad para reinventarse y sobrevivir. Los hogares se convirtieron en esos pequeños talleres y laboratorios creativos e innovadores. Intelectuales y deportistas descubrieron ese talento para la cocina, las manualidades, los oficios, las artesanías, las ventas, etcétera.

Los emprendimientos han ayudado a sobrevivir a muchas familias, pero insisto solo a sobrevivir porque la paga es baja frente a un mayor esfuerzo. El emprendedor debe abrirse mercado y ofrecer sus productos a través de las redes sociales cuyos algoritmos no favorecen por la falta de interacción y likes.  Los que preguntan no pierden su oportunidad para pedir descuento hecho que no sucede con productos de marcas internacionales cuyo costo es elevado.

El pasado noviembre la Atenas del Ecuador fue reconocida como Ciudad Mundial de la Artesanía gracias a nuestros orfebres, joyeros, alfareros, ceramistas, bordadores, talabarteros, hojalateros, carpinteros. A los que trabajan con el mármol, la cantera y la pirotecnia. Todos ellos artesanos, grandes y talentosos artistas quienes sienten amor por su oficio, pero temor de no poder mantener sus talleres. Son jefes de hogar tienen deudas y lo único que han recibido de las autoridades son aplausos y ser famosos por un día, al ser tendencia de la semana.

Aunque amo y me siento orgullosa del sombrero de paja toquilla, no solo esta artesanía debe ser nuestra carta de presentación. ¿Dónde están las políticas de promoción, difusión y estrategias de venta local, nacional e internacional de las artesanías?

A los candidatos que acarician el poder en sus manos les invitamos a trabajar por los emprendedores, por los artesanos y por la población que necesita fuentes de trabajo para vivir dignamente.  (O)