No vivamos de ficciones

Roberto Vivar Reinoso

Muchas ficciones van creándose en nuestro derredor, que nos hacen como sociedad e individuos tomar decisiones erradas. He aquí algunas de ellas.

Quieren convencernos sobre la necesidad del libre comercio con Estados Unidos, por ser nuestro principal mercado. Sin embargo el balance sería desfavorable, pues los productos de la potencia norteña, más baratos debido al volumen de producción y ventas así como la tecnología aplicada, anularían los nuestros. Al Ecuador le conviene los acuerdos puntuales, mejorando eso sí la calidad para exportar a otras latitudes especialmente la Unión Europea.

La dolarización. Al comienzo se afirmó que era “el mejor ministro de Economía”. Después de dos décadas crecen las dudas debido a la rigidez que impone, frente a una moneda propia que permite manejo variable, necesario para afrontar la competencia.

Se aproxima al año el tema recurrente de la pandemia, con sus graves implicaciones sociales. Ahora viene la guerra de las vacunas que intentan presentarnos como panacea al problema, por lo cual las grandes potencias pugnan para imponernos las suyas. Hay temor sin embargo por los efectos secundarios aún más cuando existen enfermedades graves de por medio. Parece al contrario un negocio de las empresas farmacéuticas, que reciben enormes subsidios estatales con intención hegemónica.

No puedo eludir la ficción que encierran los llamados gobiernos autónomos descentralizados, pese a depender del fisco entre el 45 y 92 %, con mínima generación de recursos propios.

En el campo democrático no veo progreso tras cuatro décadas de haber recuperado el orden constitucional. Durante todo este gobierno tratamos de recuperar la institucionalidad del Estado, para desembocar sin embargo en un proceso electoral cuestionado, vacilante, enredado, que inclusive podría colapsar. (O)