Accidentes de tránsito

Según registros de la Empresa Pública de Movilidad –EMOV-EP-, en 2020 ocurrieron 437 accidentes de tránsito en Cuenca, que dejaron como saldo 36 muertos y 440 heridos.

Las autoridades reiteran que entre las causas están el uso del teléfono celular mientras se conduce, el exceso de velocidad, el irrespeto a las normas y señales de tránsito, el consumo de alcohol, entre otras.

Las estadísticas de la EMOV EP son apenas un punto de referencia ante las que maneja la Agencia Nacional de Tránsito y organizaciones como Justicia Vial, que reportan los diarios accidentes de tránsito que suceden en el país, aunque no siempre coinciden.

Duro es decirlo, pero son las estadísticas de la muerte en las vías y calles del Ecuador que, como en materia de corrupción, lleva la delantera en el contexto latinoamericano.

A tales registros se suman las cinco muertes ocurridas este fin de semana en la vía Cuenca-Girón-Pasaje. Ni bien disfrutado el abrazo para desearse un feliz año nuevo, varias familias pierden a sus miembros, entre ellos niños.

Las autoridades de tránsito investigan las causas. Es una especie de ritual que tienen que cumplirlo para el inicio de procesos legales. Pero el denominador común casi siempre es el mismo: la imprudencia del conductor, por decirlo en términos suaves.

Las familias entierran a sus muertos. La gente elucubra. Seguramente los choferes tomarán nota de la tragedia y reflexionarán en lo que significa conducir un vehículo. Esto último, al menos eso se cree; pero no, y por eso la muerte sigue rodando en las cuatro llantas de un vehículo. ¿Excepciones? Claro que las hay.

La vía Cuenca-Girón-Pasaje ahora es más peligrosa: señalización incompleta, neblina, carriles destruidos, hundimientos, alto tráfico, y el “embudo” que es la entrada y salida desde Cuenca, actualmente agravado con el mercadillo que funciona desde la entrada a Baños.

Aún así, los choferes conducen a altas velocidades, rebasan en curvas, o en “rectas” sin importar la fila de otros vehículos, mal usan las luces direccionales para abrirse paso, hablan por celular, o están ebrios. ¿Hasta cuándo?