La responsabilidad ciudadana es clave en este momento de la pandemia

Por las aglomeraciones y las reuniones sociales ha aumentado el número de casos en Cuenca. Xavier Caivinagua/El Mercurio

Volver a ver las calles vacías, las casas ocupadas en su totalidad y los negocios cerrados, a través del «semáforo rojo» que se instauró por la emergencia sanitaria en Ecuador, es un imposible, ya que la Corte Constitucional declaró que es inconstitucional que se vuelva a declarar el estado de excepción.

Con esa declaratoira, a la población no se le puede prohibir que se movilice u obligarla a que se quede en su vivienda, según Andrés Martínez, director del Instituto de Investigaciones Jurídicas del Colegio de Jurisprudencia de la Universidad San Francisco de Quito.

Lo que sí se puede, y lo ha instado el Comité de Operaciones de Emergencia (COE nacional), es restringir el tránsito vehicular, el aforo en los negocios y limitar el funcionamiento de comercios.

En el caso de Cuenca, el cantón cuenta ya con una ordenanza desde septiembre de 2020 en que se ha establecido algunas reglas para intentar disminuir el contagio de las personas con COVID-19.

Para el alcalde Pedro Palacios, las medidas tomadas en los últimos meses del año pasado, a través de la ordenanza, funcionaron; sin embargo, en diciembre la situación volvió a ser crítica por las festividades que ahora complican a los hospitales de Cuenca.

“Volver a tener un semáforo rojo como lo tuvimos en un momento dado es imposible, puesto que no existe un estado excepción y no se podría prohibir la movilidad de las personas”, dijo Palacios.

Sin un reglamento en firme, y que esté basado en lo que dice la Constitución, los ciudadanos viven, de alguna manera, en libre albedrío en medio de una emergencia sanitaria que ha dejado fallecidos y que está cansando al personal médico que se acerca a cumplir un año enfrentando a la COVID-19.

El miércoles 13 de enero del 2021, el Ministerio de Salud sumó 83 nuevos casos de COVID-19 en Cuenca, una de las cifras más altas de los últimos días. Mientras que el hospital Vicente Corral Moscoso reportó 29 pacientes críticos con el nuevo coronavirus, e informó que no cuenta con espacio en las Unidades de Cuidados Intensivos.

Medidas por tomar

¿Qué esperar entonces? Para el médico Bernardo Vega, que semana a semana analiza la situación de Cuenca y del Azuay con relación al número de infectados con el nuevo coronavirus, habría que buscar una manera porque no solo la región, sino el país entero, está entrando a una situación crítica por la ocupación total de las Unidades de Cuidados Intensivos.

“La Constitución o las leyes deben ir para regular las necesidades sociales, no al revés, que las necesidades sociales se adapten a la Constitución. Debería haber los mecanismos a través de las competencias de los COE cantonales”, dijo Vega a diario El Mercurio.

Si bien los municipios pueden regular el uso del suelo, Vega insiste que las medidas que ya se han tomado en Cuenca deben de ir de la mano con otras decisiones y con un control más estricto. Por ejemplo: que las empresas e instituciones que puedan, se acojan al teletrabajo para reducir la movilidad de las personas.

Otra de las opciones, en el hipotético caso de encontrar una vía legal, son los aislamientos selectivos con base a las situaciones que viven las parroquias, en donde el número de contagios dista entre sí.

Aun así, los médicos y las instituciones de control han insistido que todo ello se puede evitar si la población hace su trabajo: portar su mascarilla, no mantener reuniones sociales, evitar las aglomeraciones y mantener el distanciamiento entre las personas.

Economía

Además del personal médico, representantes de las industrias también han insistido en que la gente debe cuidarse y ser responsable, ya que, de volver a darse un confinamiento por la COVID-19, los negocios que lograron sobrevivir el año anterior, en este 2021 terminarían desapareciendo.

“En el momento en que se restrinjan las actividades productivas el efecto es una explosión económica inmanejable… Otra decisión de estas haría que el 50 % empresas quiebren en la ciudad y en la provincia”, opinó Andrés Robalino, director de la Cámara de Industrias.

Robalino agregó que la economía de la provincia ha mejorado en los últimos meses, y que este año debe ser para recuperar la estabilidad de las empresas. (I)