Elecciones en la Universidad

Hoy es un día crucial para la Universidad de Cuenca. Docentes, estudiantes, servidores y trabajadores elegirán, de entre tres listas, al nuevo rector o rectora del más antiguo centro de estudios superiores que hay en la ciudad.

Bajo el sistema del voto ponderado, que sumarán 725,4 votos, estos provendrán 468 de los catedráticos, 234 de los alumnos y 23,4 de los servidores y trabajadores.

Nunca antes la elección de aquella dignidad se desarrolló en medio de una profunda polémica ni ha causado mayor expectativa por conocer en quién recaerá semejante responsabilidad.

El ganador deberá obtener mayoría absoluta u obtener más del 40 % de votos y el que le sigue 10 puntos menos. De lo contrario habrá una segunda vuelta. Si esto ocurre, confirmará cuán disputada y controversial fue la campaña, tanto más porque ésta arrancó mucho antes de la convocatoria formal.

Pero no se elige solamente al rector; también a un vicerrector académico y a un vicerrector de investigación. Tres dignidades que, cada una en su ámbito, serán el sostén para que la lista ganadora ponga en marcha sus proyectos.

Cada lista ha expuesto y debatido los suyos ante toda la comunidad universitaria para que se tome la mejor decisión.

La Universidad de Cuenca, a lo largo de su rico historial, es un referente en lo académico, en la investigación, en la lucha por preservar la democracia, en hacer oír su voz crítica en momentos complejos, en ser parte de planes y proyectos para el desarrollo de la ciudad, pero también de proponerlos; y de abrirse a toda la comunidad, siempre ávida de apoyo y de acompañamiento para resolver sus necesidades. Eso, y mucho más.

Pero también ha pasado por altibajos, sobre todo de escaso presupuesto y de recortes financieros, cuando no de intromisiones desde fuera para diezmar sus potenciales, e incluso de intereses no siempre diáfanos y de disputas internas que han rebasado las normales discrepancias, propias en un ente colegiado.

De ahí que los electores tienen hoy una gran responsabilidad. El devenir de la Universidad, de una nueva Universidad en el siglo XXI, así lo demanda.