Surgen desacuerdos por temas administrativos entre la prefecta y la viceprefecta del Azuay

Magali Quezada y Cecilia Méndez, viceprefecta y prefecta del Azuay respectivamente, se distancian por desacuerdos en la administración. Archivo

Un distanciamiento entre la prefecta Cecilia Méndez y la viceprefecta Magali Quezada se marcó el martes pasado en la sesión de la Cámara Provincial del Azuay. Méndez retiró a Quezada la delegación dada en octubre del año anterior de la Dirección de Participación Ciudadana.

El hecho ocurre después de una invitación a un desayuno en la casa del alcalde de Paute, Raúl Delgado, previo a un recorrido en la vía Chicti-Dug Dug-Guarainag, que se convirtió en un encuentro privado, al que asistieron la prefecta y la viceprefecta Magali Quezada, entre otros invitados. Dicho encuentro se llevó a cabo el pasado 9 de enero.


A decir de la prefecta Cecilia Méndez, en el encuentro se le trató de presionar para que se dé prioridad en las obras y proyectos a los cantones ubicados en la cuenca del río Paute.

“Fui objeto de presión que se centró en tres elementos, primero, para mí es inaceptable que se quiera tratar asuntos institucionales públicos en espacios privados cuando tenemos el honorable Consejo Provincial y el despacho de la Prefectura para tratarlos; segundo, pensar que atender a un solo territorio bajo el supuesto que se me ha protegido de una destitución (…); y tercero, pretender que como prefecta deba asumir una agenda sin la debida discusión, comprensión y en el espacio debido (…)”, dijo la prefecta Méndez en dicha sesión.

Respuesta

Ante esto, la viceprefecta Magali Quezada respondió ante la prensa que es una percepción personal de la prefecta, porque en ningún momento los consejeros que participaron de la reunión solicitaban un trato especial, “indicaron que dentro de la proforma presupuestaria no veían en números, ni partidas presupuestarias para la vía Chicti-Dug Dug-Guarainag y algunas otras propuestas de los presidentes de las juntas parroquiales (…) Tenían derecho a pedir una explicación del por qué no están en relación a otros municipios y juntas parroquiales (…)”.

Quezada aseguró que existe celo y violencia política de parte de la prefecta Méndez contra ella. “ Yo no soy una persona traicionera, lo que no acepto es que a mí me vengan a decir lo que tengo que hacer (…) Tengo pensamientos, soy una persona formada, y en lo público sé qué hay y qué no hay que hacer…merezco respeto”.

Reprochó el trabajo desempeñado por la prefecta en temas administrativos y operativos como invertir 30 mil dólares en una consultoría para defender los límites del Azuay con el Guayas, entre otros.

Frente a estos impases con la prefecta, Quezada dijo: “No renunciaré, la Cámara Provincial es la que me posesionó y la que tiene que tomar una decisión”. 
Se conoció que la prefecta Méndez le delegó otro rol a la viceprefecta para que se encargue de las actividades de coordinación con la Policía Nacional, la sociedad y otros organismos en Seguridad Ciudadana en el ámbito de las competencias del Gobierno Provincial del Azuay. (BPR)-(I)