Es lamentable y al mismo tiempo frustrante, el hecho de pensar que, en gran parte de la historia de nuestro país, hemos estado gobernados por caudillos providenciales, militares sangrientos, ingenuos demagogos y otros vivarachos; que en conjunto han moldeado un país con pocos valores, sin iniciativas, lleno de prejuicios que ha dado como resultado una sociedad pobre, limitada y dependiente.
En el año 2006, emergiendo de las sombras del anonimato, surgió un nuevo y providencial líder mesiánico que nos ofreció fundar un nuevo país, dijo que seríamos soberanos, gobernados con honestidad y respeto a la ley, sin el cinismo, la corrupción y la irresponsabilidad de la vieja “partidocracia de siempre”, que nos mostrarían los valores revolucionarios, y que el camino del progreso estaría lleno de satisfacciones, mensaje que nos trasmitían cotidianamente, bajo el himno de: “Avanzamos patria, la patria ya es de todos, el pasado no volverá” etc.
Luego de transcurridos más de diez años del gobierno de la llamada “revolución ciudadana”, donde la abundancia de los petrodólares obnubiló la mente de nuestros gobernantes y provocó sonrisas en todo el territorio nacional; en especial a los que se consideran “salvadores de la patria” y sus apóstoles verdes; hoy, próximos a un nuevo proceso electoral y cubiertos por el oscuro manto de una pandemia, el Ecuador llora, porque la mayoría de los ecuatorianos se ha quedado en el desempleo, el hambre y la desesperanza por la delicada situación socioeconómica y política que atraviesa nuestro país, nefasto legado de Rafael Correa, quien presidió el gobierno más corrupto y autoritario de las últimas décadas.
En el ámbito económico, uno de los graves legados que recibirá el próximo gobierno es, una economía desfinanciada, con desequilibrios fiscales y externos importantes, en recesión, con una justicia aún en cautiverio, con un deterioro de la imagen internacional y sometida al imperio chino.
Compatriotas: ¿creen ustedes que un HEREDERO POLÍTICO y genuflexo apóstol del capo Correa, va a revertir esta lacerante realidad originada por su amo y su banda? No caigan en engaños de quienes pudieran llevar al país a la experiencia de caos y de miseria de Venezuela.
“Mientras un pueblo no sepa escoger gobernantes sabios, justos y honestos, vivirá sumido, en la más profunda miseria” (Confucio). (O)
