En esta segunda vuelta se ha recuperado la conciencia de que votar por la desgracia y el despeñadero, son variantes que no están en las opciones de la gente.
Para eso Lasso y su equipo, van aclarando varios temas; sí la oposición correísta vaga y descontextualizada ha tratado de posesionar el feriado bancario y la supuesta culpabilidad de Lasso, a estas horas ha perdido completamente su peso, y más bien se ha convertido en un boomerang para quienes siguen con la cantaleta.
El apoyo se va consiguiendo en la medida que las propuestas para el país van siendo más entendibles en el cómo hacerlo. La gente se ha unido para defender la dolarización; reconoce ya las ventajas de tener trabajo estable; y, que los bonos golondrina de 1000 dólares son incumplibles por no tener fuente real para obtenerlos. Los viajes del candidato vicepresidencial Borrero para conseguir las vacunas para la COVID-19 han sido un éxito, y muy pronto el país tendría cómo acabar con la pesadilla del confinamiento.
Los ecologistas, defensores de los derechos de género, jóvenes conscientes de que es fundamental tener la libertad para escoger su carrera universitaria y colectivos de artistas, promotores culturales, ciudadanos defensores del IESS para que no se arrebate por parte del Estado el 40 % de las aportaciones, ecuatorianos en búsqueda de la autonomía del Banco Central del Ecuador para no convertirla nuevamente en la caja chica del gobierno, encontraron el espacio para ser escuchados con toda libertad. A esta hora, se han consolidadio los acuerdos para evitar el extractivismo en las zonas donde se originan las fuentes de agua.
El 21 de marzo Lasso y Araúz comparecerán al debate obligatorio del CNE. En este mayor espacio de tiempo para los candidatos, los ecuatorianos se encontraran, por un lado con la posición supuestamente conciliadora, que encubre el verdadero regreso a la impunidad y la corrupción; y por otro lado, la de la mayoría de los ecuatorianos deseosos de recuperar la libertad y el camino a la prosperidad, que además es urgente. (O)
