En tí creo mujer

Francisco Chérrez Tamayo

 

MUJER, palabra sagrada y terrenal; que significa hidalguía, corazón inconmensurable, nobleza sin límites,  amor  infinito.

Creo en la transparencia de tu diáfana y cálida mirada, a través de tus ojos soñadores, que derrochan armonía y sosiego a raudales; en tu valor y empeño para afrontar el destino  con orgullo y dignidad; en el desgaste diario de tu sacrificado y laborioso trabajo, muchas veces incomprendido y peor reconocido.

Creo en el amor puro, sin límites, que derrochas en cuidar y proteger a tus hijos, para que vivan con decencia y honestidad. Creo en tus propuestas y en tu sabiduría, en tu madurez y en tu inteligencia, así como en tu gallardía e integridad.

Luchadora irrenunciable de tus derechos;  Jamás tus horas de labor se ciñen al reloj ni al calendario; cada día te levantas antes que el alba blanquee el  firmamento, y te acuestas cuando  el crepúsculo se transforma en las primeras horas de la madrugada.

Creo en tu voz invariablemente sincera,  efusiva y espontánea, así como en tus  consejos francos y abiertos que dejan huellas imborrables. Como abuela, madre, esposa,  compañera, hermana, hija, amiga,  eres fuente inagotable de toda virtud y admiración, sin tu presencia la vida no fuera humana.

Creo en tus manos gastadas por el dignificante trabajo, que tejen a diario poemas de comprensión, paciencia y devoción; en Ti el tiempo no muere, perdura; ya que eres campo fértil de trigo abierto, pasiva como la hierba dormida; tienes alas grandes para volar lejos, ansias enormes para llegar pronto; sois sonrisa de puerta abierta, de amplia y desenfrenada sinceridad.

Eres armonía de arpegios que dan alegría, paz y sosiego a nuestras vidas; siempre estas presta y solícita para acoger y calmar las quejas dolidas; nunca escondes tus plegarias,  prodigando  suplicas en búsqueda de  verdad,  justicia y solidaridad para los más necesitados.

Creo en tu coraje, empeño y valentía, para sobreponerte a la injusticia, al engaño y hasta la humillación de los explotadores.

Mi admiración y mi respeto por Ti Mujer, que dejas impregnadas tu piel y el corazón en todas las actividades que te toca desempeñar, y que con tu ejemplo has engrandecido y seguirás contribuyendo para sacar adelante el futuro de nuestro País. Felicidades en tu día. (O)