La Editorial Don Bosco celebra 101 años con los desafíos de la digitalización

Personal de la Editorial Don Bosco durante la producción de textos. Archivo

Con letras en blanco y negro remarcado en un cuadro de vidrio con fondo de madera, reposa la publicación “Manual de Historia del Ecuador para niños” de autoría del sacerdote salesiano italiano Luis Natale Strazzieri, que fue publicado hace exactamente 101 años.

El legado que nació ante la necesidad de entregar un texto educativo al naciente colegio Cristóbal Colón de Guayaquil se mantiene hasta hoy, 19 de marzo de 2021, a través del Grupo Editorial Don Bosco que ha adaptado sus productos y servicios a las demandas de actualización.

Después de la publicación del primer texto surgió la necesidad de adquirir una imprenta, distribuir los libros a nivel nacional y venderlos. Así nació la librería LNS en el país por las siglas del sacerdote.

Esto creció y se convirtió en las Librerías Nacionales Salesianas (LNS), y luego en la Editorial Don Bosco para atender toda la demanda de textos escolares que fue creciendo con los años y en las que se incluyeron libros de la pastoral.

A los años 40 de servicio el trabajo editorial llegó a Cuenca y hasta este 2021 han pasado unas ocho generaciones de empleados, según cuenta Marcelo Mejía, gerente general de la editorial; ahora son alrededor de 160 trabajadores a nivel nacional.

Servicios


La editorial mantiene dos áreas en la producción de textos: los escolares, con la creación de libros de Matemáticas, Ciencias Sociales, Ciencias Naturales y Lengua y Literatura para niños de primero de básica a tercero de Bachillerato.

Para la elaboración, edición y aprobación de textos trabaja todo un equipo, pues estos son validados por el Gobierno Nacional. En total son 64 textos elaborados por Editorial Don Bosco que los estudiantes deben leer en su formación primaria y secundaria.


La segunda área es la pastoral con la producción del folleto “Luz del Domingo” que circula los domingos de cada semana a nivel nacional; también el catecismo y libros como “Ser Joven”, “Ser Familia”, “Ser Peque”.


Mejía detalló que ante la demanda de textos y otros productos los servicios se ampliaron a través de unidades empresariales como la Editorial Don Bosco, Audiovisuales Don Bosco, Imprenta Centro Gráfico Salesiano, Librerías LNS y el Centro Creaciones Don Bosco.


Llegar hasta aquí no ha sido fácil. Al inicio de sus labores en Cuenca se registró un incendio, pero Mejía detalla que los problemas sociales, emergencias, guerras, pandemias, la competencia y otros han complicado los trabajos de producción y distribución de los libros.

“La congregación salesiana ha apostado para que la congregación no deje de cumplir esta misión de dar cultura, educación”, mencionó Mejía.

Resaltó que a pesar de los años lo bueno ha sido no perder de vista la misión de Don Bosco, fundador de la congregación, que es “hacer una buena prensa, escribir nuevos libros”, seguir aportando con la educación y desarrollo del país, tener un personal comprometido y hacer cambios que exigen los nuevos tiempos.

Renovación


Desde hace 10 años la Editorial Don Bosco tomó la decisión de renovar equipamiento, almacenes, conceptos editoriales bajo estrictos criterios que demanda la educación y para atender a un sector comercial exterior.

Quien ha sido parte de estos cambios es Gustavo Arias, coordinador nacional de las Librerías LNS, quien lleva 11 años en la empresa.

Para él ser parte de esta editorial “ha sido un aprender, un crecer como persona profesionalmente” y aprender una nueva línea de negocio. “Cada año ha sido diferente. El 2020 fue como la graduacioón de todo lo que hemos aprendido en años anteriores”.

Verónica Marcillo, subgerente, explicó que como parte de esta renovación cuentan con maquinaria que no pasa de una vejez de tres años y se renovaron otros equipos tecnológicos que permite dar servicios a terceros con folletería, la elaboración de cajas y apoyo de diseño a las empresas.

Digitalización 


A pesar de que tenían iniciativas de educación digital, la pandemia les obligó a cambiar los planes más rápido de lo esperado y comenzaron a producir libros, contenidos y otros productos de manera digital, según comentó el gerente general.

“El mundo cultural, el mundo educativo son de los que más se renuevan, los contenidos cambian, los chicos no son los mismo de generación en generación; los profesores cambian”, recalcó Mejía.
 Y concluyó que adaptarse a los cambios y mantener el servicio como una herencia de Don Bosco, es el mayor reto para el Grupo Editorial.

“La clase no puede reducirse a un dictado; debe dialogar con sus alumnos. Los niños y jóvenes necesitan leer y leer para aprender a pensar, a hablar, a escribir, a ser libres”, reza la dedicatoria de la primera publicación hace 101 años. (CMR)-(I)