Este lunes 12 de abril se cumplirá la Sesión Solemne por los 464 años de Fundación de Cuenca, en donde se entregarán reconocimientos “Post Morten” al profesor Luis Chocho Sanmartín y al ciclista olímpico John Jarrín Díaz, ex glorias del deporte azuayo, tras determinación del Concejo Cantonal, que sesionó el pasado lunes 5 de abril.
Al iniciador de la marcha en el país se le otorgará la insignia “Santa Ana de Los Ríos de Cuenca”, y a Jarrín la presea “Al Mérito Deportivo”, misma que también recibirá José Antonio Romero, el mayor exponente de baile deportivo ecuatoriano.
Las reacciones de Juan Chocho, hermano del ex formador de campeones, y Ximena Abril, esposa de la ex gloria del ciclismo azuayo, no se hicieron esperar, así como del destacado bailarín Romero. A continuación, sus impresiones:
“Espero que Luchito interceda ante Dios para poder continuar con su legado”
Personalmente me siento muy contento, satisfecho al ver que las instituciones reconocen tan loable labor que hemos venido haciendo con Luchito (quien falleció el 16 de febrero, a los 64 años, debido a una complicación por Covid-19) por la marcha atlética, mediante casi 50 años. Sin duda es el reconocimiento a una gran trayectoria deportiva.
Como familia nos sentimos muy orgullosos y contentos ver como nuestro ser querido es reconocido por el Municipio de Cuenca con este máximo galardón que lo recibirán sus hijos Franco y Jessica Chocho.
Mi hermano formó a varios atletas a nivel provincial y nacional, nos sentimos muy contentos porque ha logrado incentivar a la niñez y juventud cuencana. Me siento parte de este reconocimiento porque he trabajado a la par con Luchito, teniendo la oportunidad de enriquecerme con sus conocimientos.
Destacados entrenadores como Julio Chuqui y Miriam Ramón han seguido sus pasos. Esa mano laboriosa se ha extendido a un destacado conglomerado de profesionales y docentes, a tal punto que días atrás tuve el honor de recibir otro reconocimiento para Luchito por parte de la Coordinación Zonal de Educación, con motivo del Día del Maestro.
Prácticamente he estado 36 años junto a él, como atleta, desde la niñez, y compañero, tiempo en el cual hemos compartido muchos sabores dulces y amagos, momentos de gratitud e ingratitudes.
Para mí es una gran responsabilidad continuar con su legado, pero en realidad me siento capaz de poder llevar este barco en rumbo fijo con el apoyo de los deportistas. Espero que Luchito interceda desde el cielo ante Dios para continuar con su legado; que nos de sabiduría para seguir trabajando y mejorando cada día.
“John se merece este reconocimiento por su trayectoria deportiva y vida intachable”
Estoy muy agradecida con el Municipio de Cuenca y el Concejo Cantonal. Es algo que John (nacido en Guamote, provincia del Chimborazo, en 1962) se merece por su trayectoria deportiva y vida intachable como profesional, y como padre y esposo aún más.
Como deportista siempre será recordado por su amor a la bicicleta, le encantaba utilizar este medio para transportarse y practicar deporte.
Pasó 46 años de su vida a bordo de una bicicleta. Le gustaba mucho compartir y transmitir a la gente ese amor por el ciclismo.
Ni todos los reconocimientos, ni todas las medallas nos van a devolver a John. Sin embargo, esta presea aliviana en algo el dolor que tenemos después de su dolorosa partida (falleció el 8 de marzo luego de un accidente de tránsito). Por lo que pedimos justicia para John.
Sin duda este galardón servirá para concienciar a los conductores para que respeten al ciclista, considerando que actualmente la bicicleta es considerada un medio de transporte dentro de Cuenca y Ecuador, por lo que siempre debemos tener en cuenta que en cada bicicleta se transporta una persona que tiene una familia, hijos, esposa, y quiere regresar a su casa.
Por eso hago un llamado a las personas para que respeten las leyes de tránsito, ciclo vías, y principalmente la vida de las personas.
Estamos agradecidos con la Alcaldía de Cuenca y la Empresa de Movilidad (EMOV) porque John recibió otro merecido homenaje el 20 de marzo.
Ese día se organizó una cicleada y colocó una ofrenda en el lugar del accidente de tránsito. También se develó una placa en la estación de la bicicleta pública del Parque de La Madre, que ahora lleva el nombre de John.
“Esta presea va dedicada para mis dos mentores que se encuentran en el cielo”
Me siento contento con esta presea porque se está reconociendo el trabajo que he realizado toda una vida.
Precisamente en estos días recordaba cómo fueron mis inicios, y casualmente el 12 de abril es mi aniversario de baile. A los ocho años (actualmente tiene 27) por primera vez me subí a un escenario en las fiestas de Cuenca… ¡Qué alegría saber que uno de los premios más importantes que tiene la ciudad me entregarán ese día!
A los 14 años inicié en el baile deportivo. Fui el primer campeón nacional en la división juvenil y desde ese momento empecé a tener una carrera llena de abundancia y bendiciones.
He sido premiado tres veces como el mejor bailarín del país por parte del Comité Olímpico Ecuatoriano. Fui el mejor deportista de la provincia durante nueve años, y campeón nacional en varias ocasiones, además de Campeón Sudamericano y Latinoamericano. Adicionalmente formé parte del top panamericano y soy doble campeón mundial de baile.
Este reconocimiento me motiva a seguir adelante. De hecho, me encuentro en proceso de preparación desde el 4 de enero, con miras a competencias fundamentales como el Campeonato Intercontinental de Baile, que será el inicio del largo camino que queremos recorrer este año.
El galardón que recibiré va dedicada a mi madre Alexandra Martínez que está en el cielo (falleció el 18 de agosto 2020). Si ella no hubiese creído en mí, tal vez no hubiese estado en donde me encuentro ahora.
Algo que también quiero destacar es que John Jarrín, quien igualmente será reconocido en la sesión solemne del Municipio de Cuenca, fue el primer dirigente que creyó en mí y en el baile deportivo cuando fue coordinador zonal. Sinceramente le debo mucho a él.
Realmente es muy lindo conocer que tuve dos mentores que se encuentran en el cielo: mi querida madre, y nuestro siempre estimado John Jarrín. (D)
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