El nuevo gobierno

Andrés Martínez Moscoso @andresmartmos

El próximo 24 de mayo de 2021, inicia un nuevo gobierno que lo han calificado de “cambio”, al cual un importante porcentaje de los electores brindó su confianza, ya sea porque creyó en su plan de gobierno, o en su defecto porque no quería que el candidato de la tendencia contraria ocupe el sillón de Carondelet.

No obstante, si de verdad queremos cambios en los próximos 4 años, lo primero que deberíamos hacer es ser conscientes de cuáles son las verdaderas competencias que tendrá el próximo Ejecutivo, y exigir que en el ámbito de las mismas las cumpla, pero, por otro lado, trabajar con el propósito que se fortalezcan el resto de funciones del Estado, garantizando su independencia, y división de poderes.

Por ello, no es lógico que pidamos al próximo presidente que mejore la administración de justicia, o que persiga a los corruptos, pero si le podemos exigir que presente y cumpla con el Plan Nacional de Desarrollo.

Tampoco podemos pedirle que apruebe leyes que aumenten las penas, pero si exigirle que mantenga la seguridad ciudadana y dirija la política de la defensa nacional.

En este sentido, si bien existen muchas expectativas que recaen sobre el próximo ocupante del Palacio de Carondelet, es preciso primero conocer cuáles son sus reales competencias y responsabilidades, así como ser conscientes que el Ecuador atraviesa una de las peores crisis económicas y sanitarias de su historia, y que un solo personaje no podrá sacar a un país adelante, si no es con el apoyo de todos los ciudadanos.

Aspiro a que, en los próximos 4 años de gobierno, reine la sensatez, la decisión basada en las necesidades de la población, el manejo técnico del aparato burocrático, el fortalecimiento de los sistemas democráticos y del Estado de Derecho, así como que el próximo presidente sepa escuchar las demandas sociales que están acumuladas durante años en el país.

Solo de esta manera, en las elecciones de 2025, ya no tendremos que elegir entre tendencias políticas antagónicas, sino contaremos con una amplia gama de candidatos, con sistemas de partidos y movimientos políticos fortalecidos que canalicen realmente las necesidades ciudadanas. (O)