Reencuentro

Aurelio Maldonado Aguilar

Tranquilidad, esperanza, se respira en todo el pueblo luego de elecciones y ganancia de Lasso, al igual que sienten alivio entes económicos del mundo, que, apenas confirmado el nuevo presidente, el riesgo país, bonos y más indicadores cayeron en picada, aplacados también. La palabra reencuentro del nuevo mandatario, predispone acciones de conversación elevada entre actores políticos dentro de un marco respetuoso buscando acciones benefactoras para un país que boquea. Desterrar venganza, mala compañera, es reencuentro entre opositores que dejaron la sociedad dividida por zanja beligerante de insultos soeces, incluso en el seno de familias respetables que confrontaron ideas y luego dicterios y malas caras, pero sin olvidar jamás, pues es indispensable, el honesto accionar de una justicia libre y ciega, que reponga honor y dineros sustraídos al pueblo que empieza a creer en ella. “La mesa no está servida” dijo Lennín en un momento de franqueza rescatable en la reunión de transición. Cualquier otra cosa sonaría a cinismo y mentira. Rencontrémonos y luchemos dentro de un mismo batallón, pues siempre pensé, izquierdas o derechas no existen como verdades políticas en un país que aspira progreso y salir del horrendo agujero en el que estamos, pues las acciones beneficiosas son tan claras que ninguna bandería política será la dueña de los conceptos. Difícil, tenazmente difícil el camino del nuevo presidente que tiene que luchar en muchísimos frentes, pero indispensablemente en tres, que, de lograr superarlos, pasará a la historia. 1.- La pandemia y todo el horror que implica, desde el punto de vista médico, salud pública, contagio, que requiere el más enorme esfuerzo urgente con vacunación masiva, que por el momento es insuficiente, pues el Ecuador ocupa penúltimo lugar en Latinoamérica en su desarrollo vital e imperioso contra la pandemia. 2.- La corrupción enraizada de manera increíble a todo nivel, desde presidentes, vicepresidentes, contralores, asambleístas, servidores públicos y para ser honesto, en el mismo pueblo que no desaprovecha cualquier posibilidad de viveza criolla, corrupción que postra toda acción de educación, salud, justicia etc. 3.- Narcoestado, pues en esto nos convirtieron y como es fuente de enormes riquezas y lavados de dineros, sucumben moros y cristianos ante montaña de patrimonio fácil, con interacciones espantosas y crueles de cárteles y grupos insurgentes internacionales, que ven su fortuna en la droga. (O)