Los concentradores son una alternativa ante la escasez de oxígeno

Los concentradores de oxígeno tienen un coso de USD 1.000 hasta USD 2.000

La escasez de tanques de oxígeno medicinal obliga a los pacientes a optar por otras alternativas, una de ellas son los denominados concentradores. Xavier Caivinagua/El Mercurio

Debido a la escasez de tanques de oxígeno, provocada por el incremento de pacientes con COVID-19, ha crecido la oferta de equipos conocidos como concentradores de oxígeno.

Se trata de máquinas que funcionan con electricidad y que captan el aire del ambiente y separan el oxígeno de otros gases, para luego suministrarlo por medio de una cánula nasal o mascarilla.

Carmen Toledo, neumóloga y especialista en oxigenoterapia, explicó que estos dispositivos son una buena opción frente a la falta de los cilindros de oxígeno que hay actualmente.  

No obstante, estos artefactos tienen una desventaja notable, según Toledo, y es su capacidad, pues suministran en promedio hasta 10 litros (I) de oxígeno por minuto. Un tanque en cambio da hasta 15 litros y más.

“Otra gran desventaja es que el oxígeno en los concentradores tiende a perder un poco su pureza al aumentar los litros por minuto, pero tampoco llega a un nivel no adecuado que pueda afectar a la salud…”, indicó.

Toledo advirtió que estos dispositivos pueden ser usados de manera satisfactoria cuando el COVID-19 está en sus primeros días, o la saturación de oxígeno aún no ha bajado agresivamente.

Y con esto coincidió Jorge Astudillo, médico neumólogo, pues detalló que, “la saturación de oxígeno debe estar entre los 90 y 100, pero si baja de esto es necesario que le den oxígeno en un centro hospitalario…”, dijo.

Acotó que “ahora que hay falta de oxígeno medicinal de cilindros puede ser una alternativa un concentrador, pero siempre recomiendo que esté acompañado del criterio de un médico o profesional de la salud…”, señaló.

Para Astudillo, el Gobierno Nacional tiene que incentivar la producción de oxígeno medicinal en establecimientos que estén autorizados y que cumplan con las medidas de sanidad.

“Me temo que por la falta de oxígeno de cilindros pueden aparecer desalmados que se pongan a vender otro tipo de producto y oxígeno no medicinal, y terminen por matar a muchas personas…”, precisó.

En Ecuador hay una gran variedad de concentradores de oxígeno de diferentes marcas, modelos y capacidad, en precios que oscilan entre los 1.000 y hasta 2.000 dólares.

Diego Morocho, ingeniero electrónico y distribuidor de estos equipos, explicó que también hay de menos precios, por ejemplo, uno de siete litros se oferta en 750 dólares en la plataforma Mercado Libre.

“Usted puede encontrar hasta en 500 unos que son portátiles, de unos tres litros, y que lo puede llevar en su carro… Pero siempre les decimos a los clientes que consulten con su médico y de allí tomen la decisión…”, señaló.

Morocho manifestó que incluso algunos locales ofrecen alquiler de estos equipos, pero recomendó que, actualmente por el COVID-19, es mejor adquirir uno propio.

Controles

La Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (ARCSA), la Gobernación del Azuay y la Intendencia General de Policía de Azuay inspeccionaron cinco establecimientos que distribuyen oxígeno en Cuenca.
Este operativo interinstitucional se cumplió con el objetivo de prevenir la especulación con la comercialización de este producto y las buenas condiciones sanitarias.

En esta intervención estuvieron Gina Verdezoto; titular de la Coordinación Zonal 6 de ARCSA, que comprende las provincias de Azuay, Cañar y Morona Santiago; José Jaramillo, gobernador de Azuay; y Jorge Cabrera, de la intendencia.

Las autoridades junto con un equipo técnico verificaron las facturas para constatar que los costos de las recargas no superen los establecidos por el Ministerio de Salud Pública (MSP).

Los precios referenciales dispuestos por esta cartera de Estado son: máximo 60,20 dólares por la recarga de un tanque de 10 metros cúbicos (m³); 48,16 por el de 8 m³ y 36,12 por el de 6 m³. (I)