Renovar la administración de Justicia

Edgar Pesántez Torres

En la entrega inmediata pasada me referí a que no debe haber tregua para observar al nuevo gobierno, porque el país necesita salir de las peores pandemias del siglo: Covid-19 y la corrupción, agregando que esta última no se acabó con la derrota de las cumbres al quedar intactas sus raíces con los mandos medios y bajos de viejo cuño. Ponía como ejemplo al IESS, pero omití excepcionar al Hospital que tiene un director médico técnico modelo de ser imitado por similares.

Vuelvo por la misma línea, con otra institución manoseada a voluntad de los jeques de la política: el de la justicia. Sabido es que una sociedad sin justicia no es próspera, no tiene presente ni futuro; de ahí que es prioritario construir administraciones sólidas con profesionales de alta calidad humana, científica y moral, flanqueando a personas descompuestas que ha estado al servicio de mezquinos intereses o de sus jeques.  

Otra promesa que hizo el presidente electo fue el de respetar los clásicos poderes de Montesquieu, que no debió entenderse que se cruce de brazos y cierre los ojos ante la galopante corrupción y el atropello a la Constitución y a las leyes. Como preludio de una mejor suerte para la justicia, en esta provincia se ha elegido presidente del Consejo de la Judicatura al doctor Darío Ordóñez A., idóneo profesional a cuyo cargo estará advertir a los funcionarios a que cumplan a cabalidad con sus obligaciones y de ser necesario sancionar a quienes no demuestren probidad y diligencia.

La Fiscal General de la Nación marcó la diferencia respecto de sus similares dóciles que la precedieron en las últimas décadas. Cierto que ha tenido acciones descollantes, pero ha fracasado en su palabra de renovar los distritos con profesionales idóneos y eficientes. Las denuncias llueven todos los días en esta institución sin resultados: nada se saca declarando por escrito, con abogados y pruebas contundentes.

Con esta ocasión recuerdo al joven universitario Gabriel Palacios B. que fue vilmente asesinado en el 2014 y que, pese a las evidencias recogidas, los fiscales y agentes hicieron mutis por el fuero. Hace pocos días se entregó una acusación de sustracción con videos, en donde se ve a los ladrones ingresar a un domicilio y desvalijar un Gran Vitara SZ. El Oficio No. 0866-2021-JP-SZA presentado a la Fiscalía ha ido “Ad calendas graecas”. 

¡Ardua tarea doctor Ordóñez! (O)