Vacunar al rebaño

Luis Muñoz

Para  programar la distribución y aplicación de la vacuna, se ha priorizado sectores, empezando por los más vulnerables y por los ciudadanos  que trabajan en primera línea, entre los que se cuentan adultos mayores, médicos y personal de salud en general, policías, militares, bomberos, maestros, pero constan en éstos grupos los abogados, ingenieros, periodistas que por la complejidad de su trabajo deberían estar en primera línea, ya que para cubrir  las informaciones que el público requiere, están arriesgando cada día y  cada paso su propia vida, porque la información se la encuentra para usar un término deportivo «donde las papas queman», mientras  que los operadores de la justicia y los abogados, al asistir a audiencias presenciales, ponen en riesgo su integridad personal, hacemos está observación para que se pueda reprogramar la aplicación de vacunas por el momento, hasta cuando se tenga suficientes vacunas  para aplicarlas a los diecisiete y más millones de ecuatorianos. Para que nuestro país alcance la inmunización de rebaño o colectiva, es necesario que se vacunen no solamente 9 millones de ecuatorianos, sino del 70 al 85 por ciento de la población. Por tanto, si somos más de 17 millones, las autoridades de salud, deberán conseguir la inmunización de 12 a 14 millones de personas, para lo que será indispensable la adquisición de 24 a 28 millones de dosis. Solamente alcanzando este número de vacunados, lograremos una menor cantidad de contagiados, una disminución de los fallecidos como consecuencia de la covid-19, e iniciaremos finalmente la indispensable recuperación de la economía nacional. No podemos bajar la guardia ya que, mientras no haya vacunas “esterilizantes” (que además de proteger, detengan el contagio) o no tengamos 2 de cada 3 personas inmunizadas, el comportamiento social debe ser como hasta ahora, tendremos que seguir con las medidas de prevención e higiene: Uso de mascarillas, higiene frecuente de manos, distancia física de 1,5 metros y ventilación eficaz en los espacios cerrados. Cuando tengamos inmunidad de rebaño podremos usar parcialmente la mascarilla en lugares donde exista aglomeración de personas. Estas medidas han venido para quedarse, igual que el virus. Para nuestra tranquilidad, ya se ha demostrado que las primeras vacunas siguen siendo eficaces. Los anticuerpos que se generan tras la vacunación (dirigidos contra la proteína S) reconocen y neutralizan también las nuevas variantes del virus. Es prioritario seguir con esta estrategia y alcanzar un 70 % de inmunidad cuanto antes en los ecuatorianos. Así, las personas con enfermedades graves, podrán beneficiarse de la inmunidad de rebaño. Es preciso vacunarse. (O)