Cuenca de las Aguas

María Eugenia Moscoso C.

Quiero volver

A tierras niñas,

Llévenme a un blando

País de aguas.       (Gabriela Mistral)

¡Ciudad de las aguas! Cuenca la de los cuatro ríos, ha fortalecido intensamente, su imagen de ciudad del agua y, por tanto, de la fecundidad y la fertilidad.

Cuando no se ha registrado en muchos años, ahora Cuenca se ha visto cubierta por las aguas lluvias, durante varios días consecutivos y sus cuatro ríos ya no dan abasto en sus cauces, al agua impetuosa que sigue su curso, sin detenerse, en especial el río Tarqui y el Yanuncay.

¡La naturaleza se muestra iracunda! Contra su furor, no hay cómo hacer nada. Es penoso ver en cada orilla, en cada sendero, en cada casa que, se ubican en las zonas marginales de los ríos, en las pasarelas y puentes, la destrucción causa inmenso dolor. A la naturaleza hay que respetar y asumir los correctivos necesarios ante tanto perjuicio. ¡Lo estamos sintiendo!

El agua, el aire, la tierra y el fuego son los elementos imprescindibles para la vida humana y debemos agradecer por el privilegio al estar bañada por cuatro ríos que le ofrecen agua y belleza. Cuando la naturaleza con sus cielos se excede, experimentamos el desconsuelo. No hay equilibrio en las estaciones y ahora el invierno ha saturado el ambiente. Invocamos al cielo, del cielo a que se estabilicen las lluvias y, así como en el verano se acostumbraba traer el “Señor de Girón” que es el patrono de las lluvias para los sembríos, hoy, debemos buscar un Patrono para que nos retire las aguas excedidas. ¡Cuenca, ciudad de las aguas y de los cuatro ríos! (O)