Inundaciones

Nicanor Merchán Luco

OPINIÓN | En estos días el comentario general de las personas de la ciudad y el campo se ha relacionado con las fuertes lluvias que se han precipitado sobre la ciudad y la región. Se preguntan por qué lloverá tanto y hasta cuándo seguiremos con este clima, sin pensar ni darnos cuenta que estamos viviendo en todo el planeta un cambio severo del clima. Millones de personas sufren las consecuencias catastróficas de los desastres causados por el cambio climático, desde las sequías mortales, pasando por las horribles tormentas tropicales, los devastadores incendios con olas de calor asfixiantes, hasta el desbordamiento catastrófico de los ríos.

Si logramos entender el impacto que está causando el cambio de clima en nuestro medio natural y si conseguimos advertir los efectos devastadores del presente y de los que vienen inmediatamente, en el futuro podremos actuar a tiempo. En Cuenca ahora los ríos se han desbordado, han inundado amplias zonas, han destruido decenas de casas, se han dañado puentes y sembríos, han colapsado las tuberías y canales de riego y ha quedado gran parte de la ciudad sin agua potable, y ahora en el próximo mes, lo que es peor, se advierte una sequía de larga duración.

Para combatir el cambio climático no hay que esperar que otros actúen. Nosotros, en la provincia, debemos tomar medidas urgentes. No podemos seguir deforestando sin medida, no se puede dejar que agricultores y campesinos devasten el pajonal y se amplíe vorazmente la frontera agrícola. No podemos dejar a los ríos sin cuidado ni atención; los expertos deben dragarlos. Las chimeneas y los escapes libres de los carros no pueden seguir contaminando la atmósfera. En la Cumbre del Clima efectuada el 23 del mes pasado en la ONU celebrada en Estados Unidos, ya se hicieron las recomendaciones que todos debemos observar. El Ecuador debe cumplir con su compromiso. (O)