Llegan células madre para la fabricación total de la vacuna AstraZeneca en Brasil

Los bancos de células madre y del virus que permitirán producir localmente y con total autonomía en Brasil la vacuna desarrollada por el laboratorio anglo-sueco AstraZeneca llegaron a Río de Janeiro, informó la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz).

El material -que permite la creación del Ingrediente Farmacéutico Activo (IFA), insumo biológico considerado el «corazón» de la vacuna- pisó suelo brasileño tan solo un día después de que se confirmara la transferencia de tecnología para la fabricación del insumo a la Fiocruz, con lo que el país gana total autonomía para la fabricación de la vacuna.

Hasta el momento, la Fiocruz, principal centro de investigación médica de América latina, produce en Brasil la vacuna de AstraZeneca, pero con IFA importado desde otros países, sobre todo de China.

Las altas demandas de inmunizantes por la pandemia han demorado las entregas de IFA en Brasil, que ha tenido que paralizar dos veces la producción de vacunas por falta del insumo.

De acuerdo con la Fiocruz, la producción del IFA comenzará este mismo mes en Río de Janeiro, pero las primeras vacunas producidas al 100 % en Brasil solo estarán listas en octubre, debido a que se requiere de una serie de etapas y pruebas para los primeros lotes, así como el visto bueno de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa, regulador) hasta llegar a la producción a gran escala.

El campo de Bio-manguinhos, donde se realizará la fabricación del insumo en Río, tiene capacidad para producir IFA para unos 15 millones de dosis de vacunas al mes.

Según datos de vacunación del Ministerio de Salud, entre los 212 millones de brasileños, apenas 22 millones han recibido las dos dosis necesarias, en tanto que otros 45,2 millones han recibido solo la primera.

También de acuerdo con el Gobierno, alrededor del 30 % de las vacunas aplicadas en el país son las desarrolladas por AstraZéneca, en tanto que un 65 % son de la firma china Sinovac, envasadas localmente por el Instituto Butantan de Sao Paulo, y el resto de la farmacéutica Pfizer. EFE