Desinformación

Entre la intención y la ejecución hay distancias, en algunos casos de mucha molestia. La intención del actual gobierno de intensificar la vacunación contra el COVID-19 es incuestionable y la meta de en los primeros cien días hacerlo con más de la mitad de los habitantes de nuestro país es ambiciosa y de hacerse realidad digna de toda alabanza. El proceso lo inició el anterior gobierno en proporciones menores, lo que se explica por los enigmas que encierra esta pandemia en el mundo. Para cumplir la meta del actual es indispensable la eficiencia de la organización para que un creciente número de ciudadanos pueda acudir con seguridad a los lugares apropiados y estén muy bien informados.

En los pocos días, parece que hay una eficiente organización y es acertado que se aproveche la infraestructura del CNE para facilitar el operativo. Lamentablemente para las personas que buscan este servicio hay confusión y deben movilizarse a diferentes lugares, lo que es muy molesto para personas de tercera edad carentes de vehículos propio ir de “la Ceca a la Meca” para lograr su propósito, si no hay claridad de que la segunda dosis se suministra en algunos centros y no en todos como lo insinúa el sentido común.

Bien está que se aplauda y apoye los proyectos y operativos positivos y criticar la falta de organización en estos primeros días tiene un propósito positivo: conseguir que se corrijan errores para que, además de las declaraciones de las más altas autoridades, haya centros confiables de información a los que acudir para conocer con claridad a dónde se debe ir para lograr los propósitos. No hay información suficiente para saber que no todos los centros de votación sino unos pocos son los que prestan este servicio ni fuentes confiables para conocer los lugares en que se administra segunda dosis. La buena comunicación facilita los propósitos, Esperamos que la mejoren. (O)