Llamado a la justicia

                                        

El Presidente de la República, Guillermo Lasso, exhortó en días pasados a la Función Judicial, para que esta se preocupe de la depuración de aquellos integrantes que hayan incurrido en actos de corrupción, en la medida en que los propios órganos de la citada Función deben ser los encargados de aquella depuración en las filas de los organismos e instancias judiciales.

El exhorto es del todo pertinente y, en modo alguno, significa que el jefe del Ejecutivo se inmiscuya en otra función, ya que se trata simplemente de un pedido que, en su calidad, plantea a la Función Judicial. Una acción que resulta impostergable en la medida en que se han dado casos graves de corrupción en determinados operadores de Justicia, sin que ello quiera decir por supuesto que estos malos elementos, sean mayoría en esta área, siendo los jueces y más funcionarios en su gran mayoría de conducta ética y apegada al derecho en sus acciones.

Lamentablemente, cabe recordar la tristemente célebre “Metida la mano en la Justicia” que practicó el régimen de Rafael Correa, y que lejos de corregir aquello que denunciaba el ex mandatario, es decir la corrupción en las filas de la Función Judicial, con esta acción más bien puso a la Función Judicial como subordinada y dependiente de los designios del Ejecutivo, con lo cual si cabe, la corrupción lejos de ser combatida se convirtió, en no pocos casos en resultado del accionar político autoritario que conminaba a jueces y más operadores de Justicia a obedecer las disposiciones emanadas del Ejecutivo, no solamente en procesos con tinte político, sino en otros que entrañaban actos punibles de corrupción.

Por lo tanto, la Función Judicial debe considerar el llamado presidencial como una tarea urgente, no porque lo haya dicho el Presidente de la República, sino porque aquel pedido representa el sentir ciudadano respecto a diversas actuaciones lamentables, y por supuesto puntuales que se han dado en esa Función. Limpiar de elementos corruptos a la Función Judicial, será tarea de saneamiento saludable para la administración de Justicia en el país.