Un mes

Hace treinta días tuvo lugar la transmisión de mando y asumió sus funciones el nuevo presidente. Un mes es un espacio de tiempo muy corto para emitir un juicio consistente sobre sobre el ejercicio del poder y hacer juicios de valor para calificar la administración, pero las medidas tomadas hasta ahora nos hacen pensar que están en marcha importantes decisiones sobre el estilo de conducción del país. Hasta el momento no podemos hablar de una oposición consistente y “combativa”. Una decisión positiva, previa a la posesión, fue no hacer pactos con el correato en la asamblea, lo que implicaba abrir espacio al gran capo y su cuadrilla para lograr la impunidad y reírse una vez más del país.

Problema de capital importancia en el mundo es la pandemia del COVID-19 que, Al margen de pocos avances, sigue manteniendo incertidumbre su manera de derrotarlo. Se han descubierto y puesto a prueba vacunas y en su campaña electoral ofreció Lasso vacunar a nueve millones de ecuatoriano –más de la mitad de la población- en los primeros cien días. Observamos que se han dado cambios en la organización y que el de   vacunados aumenta a mayor ritmo y se han tomado medidas para la provisión de vacunas suficientes para cumplir su promesa. Tenemos la impresión de que en este fenómeno mundial se han tomado medidas adecuadas pues la vacunación es el único camino para hacer frente a este enemigo.

Una medida de peso es la liquidación de seguros Sucre, monopolio creado por Correa que se convirtió en un antro de corrupción. Bien está combatir este flagelo con denuncias, pero acciones como la tomada tienen más peso que miles de palabras.  Hay que atacar a la corrupción en sus raíces y eliminar los centros conocidos internacionalmente. Una cosa es hablar de “cirugías mayores” y otra ponerla en práctica eliminando al tumor. Con la cautela del caso, creemos que la predicción es positiva. El estilo ha eliminado el insulto consagrado por Correa, Esperamos se mantenga el respeto a la opinión pública y medios de comunicación.